Navidad

El origen etimológico de Navidad tiene sus bases en el latín nativĭtas y se refiere al nacimiento de Jesucristo, considerado el Hijo de Dios por varias religiones.

La palabra también define la conmemoración del día en la que presuntamente llegó el Mecías al mundo, proveniente del vientre santificado de María La Virgen, siendo éste el 25 de diciembre, en el caso de las Iglesias católica, anglicana, ortodoxa rumana y varias protestantes; y el 7 de enero, en aquellas religiones ortodoxas que no se orientan por el calendario de procedencia gregoriana.
La natividad de Jesús aún es un tema ampliamente discutido por los expertos que se han encargado de buscar fundamentos científicos que confirmen o descarten que ésta se produjo el 25 de diciembre en el pueblo de Belén, muchos de los cuales afirman que el hijo de María y José pudo haber nacido entre los meses de abril y mayo. Esa teoría tiene asidero en el hecho de que en el hemisferio norte el mes de diciembre es uno de los caracterizados por la estación de invierno, por lo que es muy difícil que para esas fechas se hayan podido observar escenas como las de cielos dominados por las estrellas.
Pese a esos argumentos, la Iglesia Católica resolvió conservar la tradición de celebrar el nacimiento de Cristo en la fecha que ya se había fijado para tal festejo, decisión que podría estar sustentada en la intención de que ese día coincidiera con los ritos paganos propios del solsticio. En efecto, antes de que naciera Jesucristo ya los Incas y los romanos tenían reservado el 25 de diciembre para el desarrollo de importantes conmemoraciones, como el Cápac Raymi y el Natalis Solis Invicti, respectivamente.