Nebulina

La nebulina es una proteína que se encuentra formando parte del tejido muscular, posee un elevado peso molecular de aproximadamente 800 kilo Dalton (800kDa), posee una longitud equivalente a 1 micrómetro, su ubicación exacta es entre la banda A y la banda Z, se dice que la medida del filamento de actina finalizan cuando se contacta con la nebulina, por lo tanto se dice que regula la longitud de los filamentos delgados; una función importante de la nebulina es permitir la alineación de una miofibrilla con otra cuando se produce una contracción, permitiendo la interacción entre la actina y miosina durante movimiento contráctil.

El único tejido muscular carente de nebulina es a nivel de musculo cardiaco, la longitud de sus bandas claras varian constantemente hasta un 30%. A nivel de musculo, las bases que conforman a las células musculares no se llamaran citoesqueleto, a estos se les otorgara el nombre de sarcomero y constituye la agrupación de bandas producto de la asociación de fibras musculares, dentro del sarcomero se pueden identificar dos regiones en específico: se observan dos zonas oscuras que se denominan líneas Z, específicamente a los polos del sarcomero, a los lados centrales de las líneas Z se ubican dos semibandas claras, estas se simbolizan con la letra A debido a que están compuestas por filamentos finos de actina, la última zona del sarcomero es la porción central que está representada con la letra H, se ubica exactamente entre las bandas A y está hecho a base de miosina.
En las bandas A (actina), se ubican dos proteínas llamadas Tropomiosina y Troponina, la tropomiosina impide la unión de la actina y la miosina cuando el musculo se encuentra en reposo, en el momento que se recibe un impulso nervioso se libera calcio, esta señal activa a la troponina para que haga un cambio conformacional en la tropomiosina y permita la unión entre actina y miosina, generándose la contracción. En el proceso de contracción ya mencionado, la nebulina se encuentra en constante interacción con la actina, con la finalidad de regular el ensamblaje de los filamentos finos (actina) con los filamentos gruesos (miosina), preservando una contracción idónea.