Necrosis

La necrosis es una condición que aparece cuando las células, pertenecientes a un ser vivo, experimentan la muerte patológica. Generalmente, el tejido afectado adquiere un aspecto lúgubre, caracterizado por un color negro con reflejos verdes, exposicion de capas más internas de piel y una pequeña coloración rosácea en las afueras de la herida. Agentes tóxicos y el desarrollo de enfermedades autoinmunes, cuyo efecto más grave es el bloqueo de la circulación de la sangre, son los principales causantes de este tipo de lesiones. Una vez que aparece la necrosis, es imposible revertir las consecuencias de la misma.

Las células tienen propiedades que le permiten adaptarse fácilmente a cambios repentinos en el cuerpo. Sin embargo, cuando un agente externo puede desafiar esta habilidad, afectando de otras maneras las células, estas pueden sufrir una lesión. Los desequilibrios nutricionales, infecciones, sustancias químicas, variaciones térmicas, alteraciones genéticas y traumatismos, son las causas más comunes de esto. Los daños pueden ser reversibles o irreversibles, pero igualmente causan una serie de graves condiciones en los órganos constituidos por las células afectadas, como: atrofia (disminuye el tamaño del órgano). Hipertrofia (aumenta el tamaño del órgano), Hiperplasia (aumento de las células y, por ende, del órgano) y Metaplasia (cambios de células por otras más resistentes).
Se han descubierto 6 tipos de necrosis, cada uno con métodos de manifestación distintos. La primera es llamada coagulativa, pues, hace que las proteínas intracelulares sufran una coagulación. La necrosis colicuativa causa una transformación de sólido a líquido del tejido afectado; normalmente se presenta en el sistema nervioso central. La necrosis grasa se produce por traumatismos tan severos que la célula carece de adaptabilidad, asimismo. La gangrena, aunque no se considera un tipo de necrosis, es utilizada para describir la aparición de una condición similar en las extremidades. La necrosis caseosa se distingue por convertir el tejido en una sustancia blanquecina, algo sólida. Por último, la necrosis fibrinoide es la que aparece en los vasos sanguíneos, causando acumulación de fibrina.