El nudismo es la práctica por grupos de personas de diferentes tipos de actividades desnudas, generalmente en público. Aunque en la definición de nudismo se agrega una referencia al respeto por la naturaleza, casi todos los grupos que se definen como nudistas simplemente tratan de expresar en libertad su derecho a estar desnudos.
Por su parte, la RAE define el nudismo como «la actitud o la práctica de aquellos que argumentan que la desnudez completa es adecuada para un equilibrio físico e incluso moral perfecto». Una definición que podría tener varios matices si la aplicamos a aquellas personas que simplemente se desvisten por comodidad, como una ruta de escape personal a una vida en la que la ropa constituye un esclavo social, un formalismo más. Se dice que; que el nudismo surgió como una reacción a la industrialización y urbanización de los países. Aquellos que proclamaron el regreso a la naturaleza también apoyaron la medicina naturopática, una dieta vegetariana, vestidos sin corsé y, por supuesto, el nudismo.
El nudismo considera que la prohibición moral de la práctica del desnudo público es el origen de los problemas psicoemocionales, entre los que se encuentran la falta de autoestima, la pobre autoimagen corporal y la morbilidad sexual.
Según la historia, vestirse es algo relativamente nuevo. Mientras el hombre primitivo vivía en zonas cálidas y templadas, estaba totalmente desnudo o casi desnudo. Pero al expandirse a zonas más frías adoptaron el hábito de cubrirse con pieles o con telas y muy pronto estipularon cómo, cuándo y quién debería usar ciertas prendas y quién no, asumiendo un rol social, sexual y económico.
Existe una gran confusión entre el naturismo y el nudismo debido al hecho de que ambos movimientos incluyen la ausencia de vestimenta y el hábito de caminar desnudo, lo que a menudo causa en algunas personas dudas en ciertas ocasiones. Con respecto al nudismo, esto está sujeto a una mera actividad puntual cuyo objetivo es liberarse de la sociedad aprovechando ciertos entornos. En algunos casos, su práctica también se define por la necesidad de perder complejos, aceptar su propio cuerpo y, por lo tanto, disfrutar de un mejor bienestar físico y mental.