La ofensa es un término que se usa para manifestarle a alguien algún tipo de insulto o descalificar de manera despectiva por alguna razón o sin ella. Quien es ofendido, suele ser ultrajados maltratado, entre otros.
En la sociedad, las ofensas son como una especie de falta de respeto hacia los demás, ya que no solo se trata de una incorrección o una falta de educación, sino que son agresión verbales. A tal punto que pueden ser constitutivas de delito. También se tiene que, ultrajar o injuriar a alguien es otra modalidad de ofensa.
Este tipo de acciones generalmente suelen generar una perturbación emocional en la persona afectada e incluso crear un cierto desprestigio de su imagen social.
Hay que recalcar que no siempre la ofensa es intencionada. Por ejemplo, un individuo se encuentra en un país que no conoce y con costumbres distintas, puede cometer el error a la hora de actuar ofensivamente al hacer algo no aceptado según la escala de valores o las tradiciones establecidas en ese país. Es por ello que se recomienda que en un lugar desconocido se intente imitar las pautas habituales y así evitar posibles ofensas. En ciertos países no respetar las creencias religiosas es valorado como una agresión inaceptable, algo que es difícil de entender desde una mentalidad abierta donde prevalece la libertad de expresión.
De igual forma se tiene que libertad de expresión y ofensa entran en contradicción con relativa frecuencia, dado que uno consideran que la libertad no tiene límites y otros interpretan que sus creencias son ultrajadas. Dada esta acotación hay que tener presente que la idea de pecado consiste, precisamente, en una acción que atenta contra Dios, quien se siente ofendido por la acción cometida.