La personalidad es el conjunto de características psíquicas y mentales que hacen que una persona interactúe con el entorno donde se desenvuelve, es en sí las cualidades conscientes e inconscientes que determinan el comportamiento de un individuo el cual puede ser organizado en un patrón de conducta y que por lo tanto le da un atributo predictivo que no solo involucra las acciones sino también los pensamientos y los sentimientos.
Mediante la personalidad se puede pronosticar, en base a los recuerdos de las acciones de una persona, como será su comportamiento ante una situación familiar o tener alguna idea de su reacción ante una situación nueva. Por lo general la personalidad determina tanto el lugar como las personas que constantemente rodean al individuo.
La palabra personalidad viene ligada a una fuerte vinculación con la construcción de la identidad, a la cual modela con características denominadas rasgos o conjuntos de rasgos que, junto con otros aspectos del comportamiento, se integran en una unidad coherente que finalmente describe a la persona, tomando a ésta como una unidad única y distinta desde un punto de vista filosófico.
En el ámbito científico la personalidad se complementa de tres tipos de rasgos fundamentales: El rasgo cardinal que es la directriz predominante en las acciones del individuo, Los rasgos centrales que hacen que una persona se sienta comprometida en actuar de alguna manera en específico y los rasgos secundarios que forman parte de la personalidad pero que no inciden de gran manera en el desenvolvimiento del individuo en el entorno.
La palabra personalidad es considerada un constructo de la psicología lo cual quiere decir que es un término difícil de definir pero que se sabe que existe.