Personificación

La personificación (o prosopopeia) es una figura retórica que consiste en atribuir cualidades de seres animados y corporales a otros seres inanimados o abstractos, o acciones y cualidades humanas a seres que no lo son, dándoles una vida propia. En teoría literaria, la personificación, también conocida como prosopopeia, es una de las figuras retóricas más conocidas, encontradas dentro de la ficción.

Es un tipo de metáfora que consiste en caracterizar como un problema humano no animado. De esta manera, los rasgos y las particularidades que son propios del hombre se otorgan a una cosa, y lo inanimado se trata como si tuviera vida.
Dentro del lenguaje y la literatura, hay una gran variedad de ramas y aspectos que son analizados por los expertos: semántica, lingüística, sintaxis, morfología o figuras literarias, son algunos de los elementos que forman parte de este conocimiento.
La personificación también incluye nociones abstractas, tales como: «fue abrazado por la muerte y se arrastra» y, a veces, lo incorpóreo o abstracto puede ocultarse hasta que se descifra el significado del texto literario, este punto se puede observar en el poema: «Vino, primero, pura» de Juan Ramón Jiménez, solo al final del poema, el lector entendió que la persona a quien se refería la carta era «poesía»: «vestida de inocencia. Y la amaba como a una niña. Y se quitó la túnica y apareció toda desnuda, ¡oh, pasión de mi vida, poesía desnuda, mía para siempre!

Ejemplos de Personificación

  • El tren tose cuesta arriba.
  • La ciudad era rosa y sonrió dulcemente.
  • La ventana me guiñó un ojo.
  • «Atenas, hermosa y antigua. «, sedujo al escritor y lo conquistó presentándole un mundo de mil años lleno de bellezas. El novelista pronto se casó con la capital griega y ya no podía engañarla con ninguna otra metrópolis en sus obras».