Prenda

Prenda es un término que tiene varios usos. Lo más habitual está relacionado con la ropa y los diversos componentes de un determinado vestido son ciertamente peculiares y desconocidos para la mayoría de las personas. Además, es importante señalar que su evolución ha ido de la mano con otros avances sociales y culturales.

Clases de ropa, cuando la propiedad como garantía se entrega físicamente al acreedor o a un tercero que debe conservarla (depositario). Esta es la excepción a la regla y solo está permitida cuando así lo autoriza expresamente la Ley, tal es el caso de la prenda industrial, minera, agropecuaria, entre otras.
Por lo tanto, eso se entrega o se compromete como garantía de cumplimiento de una obligación. Las prendas también pueden ser retos o penitencias que surgen en el desarrollo de un juego. Supongamos que algunos niños deciden competir resolviendo acertijos: los niños acuerdan que, si no pueden encontrar una solución, deberán cumplir una prenda (que puede saltar diez veces seguidas o encontrar un objeto en una cuarto oscuro, para citar dos posibles opciones)
En el campo de la ley, una prenda es algo que el deudor concede como garantía a su acreedor para que lo tenga en su poder hasta que se cumpla la obligación de pagar. El deudor, de esta manera, se convierte en un juramentado (recuerde el origen etimológico de la prenda). El compromiso, que también se puede denominar en este contexto como un esfuerzo, que fortalece la seguridad del acreedor: si la persona que debe no paga lo que corresponde, el acreedor puede conservar la propiedad de lo ofrecido como prenda.
Un hombre puede acercarse con la intención de ofrecer un reloj como prenda a un banco que otorga préstamos de promesas de contribuciones. El banco será responsable de fijar el precio del reloj y prestará el dinero equivalente a la parte interesada. Si esto no devuelve la cantidad dentro del plazo acordado, el banco mantendrá el reloj.
Muchas veces, cuando queremos acceder a un crédito de un banco u otras instituciones financieras, debemos tener una garantía (dependiendo del tipo de crédito, monto, capacidad económica, etc.). Una de estas garantías es la promesa sin desplazamiento, a la que nos referiremos.