Pronombres

Son palabras con gran importancia gramatical, para evitar la repetición de un nombre en una oración, es decir, son palabras que sustituyen el nombre de un sustantivo para no mencionarlo en repetidas ocasiones, estos representan hechos, cosas o personas que ya fueron citados con anterioridad, por lo tanto son reconocidas por el hablante y en dado caso por el oyente. La palabra pronombre tiene un origen en latín (como toda palabra perteneciente al idioma español), que significa “en lugar de” o “por el nombre” haciendo referencia a la definición anteriormente descrita.

Los pronombres se adaptan al género y al número del sustantivo que sustituyen, debido a esto ellos no poseen un significado propio sino que toman del mismo al cual reemplazan. Gracias a esto se pueden describir diferentes funciones de los pronombres: sustituyen al sustantivo en oraciones donde deba ser mencionado en numerosas ocasiones, otorga facilidad de la expresión y entendimiento lingüístico a la hora de recitar una lectura o un acontecimiento, son universales ya que se adaptan al número y al género del sustantivo que relevan.
Gracias a la variedad de ocasiones en donde se utilizan los pronombres, estos se clasifican según al sustantivo que releven, estos pueden describirse como indefinidos cuando sustituyen nombre de objetos, o varias personas, mientras que el pronombre personal se encarga de sustituir el nombre de una persona en específico, de esta manera el pronombre personal puede subclasificarse en: pronombre personales atónicos y pronombres personales tónicos, esto van clasificados según la acentuación que posean, y también puede describirse los pronombres demostrativos. Ejemplo de pronombre: “Luisana llego tarde a la clase, por tal razón, ella no podrá realizar el examen”.