Pulso

Como producto del corazón bombeando sangre a todas las arterias del cuerpo, se genera un movimiento de expansión en estas, que es generalmente conocido como “pulso”. Este puede sentirse, con suaves toques, en zonas donde las venas están más próximas a las capas de piel o, bien, son más visibles; generalmente se notan pequeñas pulsaciones, que el ojo humano no puede captar. Existen varios puntos en donde sentirlo es mucho más sencillo, como la arteria carótida, en las muñecas, las sienes y entre el bíceps y el tríceps. La palabra se origina a partir del vocal latino “pulsus”, que puede traducirse como “empuje” o “latido”.

Es importante destacar que, los bombeos del corazón, pueden variar durante el día y según las actividades físicas que se realicen, lo que modifica el pulso; por ejemplo, durante una sesión de ejercicio, para adecuarse al ritmo de trabajo, se bombea más sangre, mientras que cuando se está en un profundo estado de reposo, como el sueño, estas disminuyen, incluso debajo de los niveles considerados normales. De igual forma, se han establecido una serie de límites de frecuencia cardíaca normal, siendo estos: en los infantes o recién nacidos, esta debería hallarse entre los 130; en los niños de un año, en 120; a partir de los 10 años, una frecuencia de 70 sería estable; para los adolescentes, estaría en 75; los adultos, por su parte, deben presentar una frecuencia de 80, mientras que los ancianos una de 70.
El pulso sólo debe ser tomado con los dedos índice y el medio, debe evitarse hacerlo con el pulgar, puesto que este presenta propias palpitaciones, que pueden confundirse. En el cuerpo humano, existen diez puntos en donde se pueden percibir el pulso: en las muñecas (pulso radial), cerca del meñique, en el lado de la muñeca (pulso ulnar), en el cuello (pulso carotídeo ), en medio del bíceps y el tríceps (pulso braquial), en el muslo (pulso femoral), en la fosa poplítea (pulso poplíteo), en el pie (pulso dorsal), en la parte posterior del tobillo (pulso tibial posterior), en la sien (pulso temporal) y cerca de la mandíbula (pulso facial).