Recreación

Antes de entrar de lleno en la definición de recreación, es necesario hacer alusión al hecho que desde su propia aparición en el mundo, el ser humano siempre ha estado expuesto a situaciones que detonan su agotamiento y, a la larga, lo desestimula para el ejercicio de una nueva responsabilidad. Por esa razón, tanto hombres como mujeres, han procurado la creación de estrategias que los ayuden a drenar las presiones del acontecer cotidiano y recuperar las energías necesarias para asumir los compromisos propios de la próxima jornada.

La recreación mezcla en medida equilibrada tanto descanso como diversión, permitiéndole al individuo llevar a su mínima expresión las cargas inherentes al trabajo, la familia y el resto de los elementos de la cotidianidad, preparándolo de esa manera, tanto física como mentalmente para afrontar el día a día por venir, pues ha obtenido, al salir de la rutina, los niveles ineludibles de relajación.
Remitiéndonos a la definición propuesta por la Real Academia Española, allí se establece que recreación es la acción y efecto de recrear y como diversión para alivio del trabajo, conceptualización a la que otros autores agregan que para llegar a esa condición de relajación, deben conjugarse la diversión, la alegría y el deleite, o lo que es lo mismo, el entretenimiento.
La recreación está estrechamente vinculada al hecho intelectual y a la educación, tal como afirman diferentes expertos, quienes han desarrollado estudios, gracias a los cuales han comprobado que los infantes asimilan con mayor facilidad y rapidez los conocimientos que se les imparten cuando se encuentran en un entorno relajado, en el que no se sientan presionados. En resumidas cuentas, recrearse es absolutamente necesario para poder alcanzar el desarrollo del intelecto.