En muchos lugares existen ruinas antiguas, pues indica que hubo civilización y en algunos casos existen hasta restos arqueológicos. Aunque muchas personas simplemente los consideran «piedras», los restos de las construcciones y edificios de los pueblos antiguos, nos ayudan a comprender mejor quiénes somos y de dónde venimos.
El trabajador desciende de la cabina y verá qué pasa, con una pala pequeña, cavar el suelo alrededor del objeto y aparece el eje de una columna. Podría ser un remanente de una construcción antigua. Existen o han existido arqueólogos trabajando estas ruinas, con el objetivo de comprobar la existencia de nuestros antepasados, luego de ello se llega a la conclusión de que proviene de un antiguo monumento. A partir de ese momento, y con gran cuidado, se hace el descubrimiento. Poco después, aparece un pavimento en el que aún se pueden ver bellos mosaicos que pueden ser restos de una alguna casa romana de la época imperial.
No siempre el hallazgo de estos restos ocurre por casualidad. A veces los historiadores y los arqueólogos, que estudian los tiempos antiguos, suponen que un cierto monumento o una ciudad antigua entera deben encontrarse en un lugar determinado.
Si, por ejemplo, se busca una tumba antigua, se hace una sonda eléctrica para penetrar en el terreno, lo que indicará las masas y las lagunas. En algunos casos, se aplica una pequeña cámara a la sonda que permite ver qué hay en las cavidades encontradas durante el sondeo.
Si buscas restos muy extendidos (un pueblo, una fortificación, un conjunto de tumbas) se utiliza la fotografía aérea que revela la densidad (por el color de la hierba o por el tipo de vegetación) entre la tierra que ocupa el sitios antiguos y el que los rodea.
Excavar en las capas de la superficie de la tierra es como cavar en el pasado, rastreando la historia. En efecto, los objetos antiguos que están más cerca de la superficie pertenecen a tiempos más recientes.
Entre las antiguas ruinas arqueológicas del mundo, se conocen los restos de las civilizaciones más famosas, como por ejemplo, el egipcio, el etrusco, el griego, el babilonio, el romano, el inca, el azteca y el maya.