Sexuación

Sexuación es un proceso que coincide con la evolución del mismo ciclo vital de cada individuo en el marco más amplio de las distintas fases evolutivas de la historia general. Todo individuo parte de un embrión de vida que se desarrolla como un proyecto. Desde lo que constituye el momento cero en la concepción de un ser humano, con la fusión de un espermatozoide y un óvulo.

Los estudiosos han destacado factores o elementos que contribuyen a la creación del nuevo ser de uno u otro sexo. Es hoy opinión aceptada que los primeros elementos sexuantes dependen de los espermatozoides portadores de ese factor germinal que es el cromosoma XX o XY del que dependen las primeras estructuras originadas por los genes.
Por ello algunos, desde las Ciencias Naturales, hablan de sexo genético. Pero, como primer paso de un largo proceso, su denominación más propia no es la de sexo sino la de factor genético de la sexuación general. La razón es que, aunque es muy importante, ni es absolutamente determinante ni es el único del proceso, puesto que hay otros. La organización de los primeros grupos de células, por su parte, dan origen a la activación de otros factores de los que surgen los tejidos y se perfilan los órganos de todo el sistema.
En el trayecto de las primeras semanas de la vida embrionaria se suceden algunos procesos básicos y de un gran interés. Tal es el caso de la aparición de la pro-gónada indiferenciada de la que se derivarán gónadas distintas mediante la inducción hormonal y desde la cual, con independencia de los cromosomas y de sus genes, el futuro ser se encamina hacia una u otra dirección que llamamos, aunque de forma muy primaria, masculina o femenina.
Un descubrimiento curioso e importante: si dicha inducción no se produce, la evolución no será. Es lo que se ha formulado bajo la máxima “Eva precede a Adán”. Otros factores especialmente estudiados son los relativos a la sexuación o diferenciación sexual cerebral que tienen lugar, según los actuales datos, hacia el sexto-séptimo mes de la etapa embrionaria y cuyo resultado es un efecto de la impregnación de unas u otras hormonas.
Es igualmente importante destacar los estudios relativos a la asignación del nombre en el momento del nacimiento, así como su presentación en sociedad como de uno u otro sexo y el correspondiente inicio de nuevos factores en el conjunto de dicho proceso.
El estudio de estos y otros datos similares han llevado a profundizar cada vez más en la pregunta relativa a la construcción del sexo de los sujetos desde los primeros tramos de la vida, de forma que lo que parecía una evidencia cuando el sexo era relacionado sólo con órganos, o con los datos de la naturaleza se ha vuelto un objeto de interrogación cuando partimos de un concepto global e integral como es el sexo general.