Siniestro

Siniestro tiene tres grandes usos. Por un lado, se refiere a eso o aquello que tiene una propensión hacia el mal. Es un tipo de hábito o tendencia que es malicioso. Una persona siniestra, por ejemplo, puede ser perversa maligna: «Lo siniestro, siempre trata de atacar a las personas».

Una pérdida en el campo de la ley y del seguro es un accidente o daño que puede ser compensado por la aseguradora. Aplicado al contrato de seguro, la pérdida es la realización del riesgo cubierto y el nacimiento del beneficio de la aseguradora.
Puede ser una colisión entre dos vehículos. En el momento del accidente, las aseguradoras tienen la obligación, tal como se estipula en el contrato, de compensar a las partes afectadas.
Del mismo modo, hay reclamos en negocios comerciales y también hay conocidos como precaución. Dos tipos de accidentes son aquellos que también son objeto de trabajo de las diferentes compañías de seguros. Otro uso de la noción de pérdida se refiere a la mano izquierda o al sitio que está a la izquierda de algo.
Con la palabra siniestro, las compañías de seguros y el público en general, normalmente nos referimos a la totalidad de los incidentes en la carretera y los accidentes, ya sean el resultado de un pequeño golpe o un choque con consecuencias graves, ya sea que haya víctimas o no; es decir, nos referimos a todo lo que conlleva una compensación probable por daños y perjuicios.
Hay muy pocos y raros incidentes de tráfico que puedan llamarse un accidente, porque la mayoría de los eventos y colisiones que ocurren en nuestro día a día no suelen ser «accidentales» ni suelen ser «casuales», que generalmente son «Causales». Esto significa que, en realidad, prácticamente todos los incidentes o casi todos los accidentes que ocurrieron en nuestras calles y carreteras a veces con desafortunadas consecuencias para conductores, pasajeros o peatones, y con importantes pérdidas materiales propias o de terceros generalmente son causados ​​por errores humanos, ya sea por distracciones o actos irresponsables.
Es importante tener en claro la diferencia entre accidente e incidente, y desde allí meditar un cambio de mentalidad serio y profundo por parte de peatones y conductores; comenzando por abandonar ese hábito perpetuo de lavarnos las manos ante los resultados de nuestras propias acciones y dejar de culpar, por sistema, a nuestro prójimo o fortuna. Dependerá de la internalización de estas pequeñas reflexiones para adquirir un cambio de comportamiento que nos ayudará a medida que las personas mejoren la cultura de manejo que causará que la inseguridad vial reduzca sus siniestras cifras.