El texto representa una serie de palabras y frases coherentes, ordenadas de tal manera que puedan ser interpretadas, permitiendo que las ideas del autor del mismo, puedan ser transmitidas a quien lo lea. El objetivo principal del texto es difundir un mensaje ya sea informativo, romántico, persuasivo, etc. De allí la importancia de la coherencia al momento de redactar, para que así el o los destinatarios puedan comprenderlo fácilmente.
El texto incluye símbolos llamados “letras”, las cuales pueden ser comprendidas e interpretadas, a través de un convenio social, en donde se permite que personas dentro de una misma comunidad puedan entenderlo. El abecedario o alfabeto, es el modelo de escritura que tienen todas las personas que hablan un mismo dialecto, permitiendo que los textos sean interpretados con mayor facilidad.
Según los expertos en materia lingüística, un texto bien hecho debe tener lo siguiente:
Debe ser coherente, lo que quiere decir que debe enfocarse en un tema específico, de esta manera las múltiples ideas plasmadas en él, permitan ayudar a crear una idea global.
Debe tener cohesión, es decir que las distintas secuencias que lo construyen, deben encontrarse vinculadas entre sí.
Debe existir adecuación al destinatario, de tal manera que se emplee un lenguaje entendible para cierto público, lo que quiere decir que no todos los lectores podrán entenderlo, además de esto debe ofrecerle a su público ideal toda la información requerida por ellos.
Debe presentar una intención comunicativa, por lo tanto debe hacer uso de ciertas tácticas pertinentes, para lograr eficiencia y eficacia comunicativa.
Debe encontrarse inmerso en otros textos para lograr tener sentido, además de contar con la información suficiente para mostrarse atractivo y novedoso.
Existen diferentes tipos de textos, algunos de ellos son:
Descriptivos: en esta clase de textos, como su nombre lo indica, se redactan las descripciones de personas, paisajes, emociones, etc. Ejemplo: un currículo, un anuncio.
Informativos: en ellos se puede apreciar temas o hechos de una forma objetiva y precisa. Ejemplo: los textos científicos y periodísticos.
Epistolar. Este tipo de textos es muy común, ya que representa una comunicación entre quien emite la carta y quien la recibe.
Científico: son textos que abordan teorías fundamentadas en conocimientos científicos, los cuales son redactados utilizando un lenguaje igualmente científico.