El Tísico es llamado de una manera peyorativa a esa persona que tiene una cara desagradable, caracterizada por la delgadez de la persona, la palidez de la piel y las características de un paciente. La enfermedad que padece el físico es una bacteria altamente contagiosa que afecta principalmente a los pulmones.
La bacteria infecciosa y contagiosa que ataca los pulmones puede expandirse a otros órganos. La especie bacteriana más importante y representativa que causa la tuberculosis es Mycobacterium tuberculosis o Koch Bacillus,
Un Tuberculoso o Tuberculoso puede transmitir la enfermedad solo teniendo activa, a través de la respiración y los fluidos que la persona enferma puede expulsar, debido a que el término desde el punto de vista médico desapareció, se mantuvo como un adjetivo para muchas cosas.
Esta enfermedad pulmonar y a la que la contrae se le llama tuberculosa. Es por eso que muchas personas llaman al flaco muy consumista, con la intención de insultar o burlarse de ella, dado que todas las personas que sufren de tisis pierden mucho peso debido a la enfermedad.
Hay una expresión popular conocida como tener un oído tísico. «La expresión se utiliza en algunos países de América Latina para decir que alguien tiene muy buena audición y hay dos explicaciones para esto, la primera dice que los pacientes con tisis tuvieron inflamación del oído y por esta razón los sonidos les causaron dolor, que es decir, su oído se volvió muy sensible, el otro dijo que los mineros estaban agudizando sus oídos para estar alertas al grito de advertencia de que las mechas de los explosivos habían sido encendidas».
También se rumora que Federico Chopin, un músico compositor que tocaba el piano, estaba enfermo de tuberculosis, en realidad lo llamaban tísico porque era una persona enferma de tuberculosis, pero no tenía nada que ver con que su enfermedad estuviera relacionada con el hecho de que era un gran músico.
Hacen muchos años se originó esta expresión, cuando la tisis o la tuberculosis era una enfermedad incurable, esto quiere decir que el dicho expresaba la tristeza de la persona que observaba cómo un familiar o amigo era feliz, sin tener ninguna razón entonces, estaba a punto de morir.