Tumor Inguinal

Se considera un Tumor Inguinal a una inflamación ubicada en la parte superior del abdomen, específicamente en la ingle. Un tumor de esta clase puede presentarse de manera suave o muy firme, el médico tratante debe examinar cualquier bulto o inflamación que se presente en el área que cause o no molestias y dolor.

La inflamación es una de las principales causas del tumor inguinal específicamente en los ganglios linfáticos y puede ser causado por:

  • Cáncer, con mayor frecuencia linfoma (cáncer del sistema linfático)
  • Infección en las piernas.
  • Infecciones generalizadas a menudo causadas por virus.
  • Infecciones infectadas por contacto sexual como herpes genital, clamidia o gonorrea.

Tabla de Contenidos

Otras Causas Incluyen Cualquiera de los siguientes:

  • Reacción alérgica
  • Reacción a un medicamento
  • Quiste inofensivo (benigno)
  • Hernia (un bulto grande y suave en uno o ambos lados de la ingle)
  • Lesión en el área de la ingle.

La hinchazón de la ingle también es causada por otros tumores benignos, como un lipoma benigno (tumor de grasa no canceroso). Otras posibles causas incluyen la aparición de un absceso (inflamación encapsulada) o una trombosis (coágulos sanguíneos) a nivel de la región inguinal. La inflamación de un ganglio en la articulación de la cadera puede manifestarse como una hinchazón de la ingle. En algunos adultos o jóvenes se puede desarrollar un descenso en los testículos llamado como ¨Criptorquidia¨ o un ¨Hidrocele¨ que se conoce como una acumulacion de liquido en los testículos, que puede ocasionar una considerable hinchazón en la región inguinal. Además, después de una cirugía abdominal, puede aparecer una inflamación de la región inguinal de naturaleza transitoria.
Al dirigirse al médico, a la persona afectada se le preguntará acerca de su historial médico y sus síntomas, como cuando notó la masa por primera vez, si aparece repentina o lentamente, o si se agranda cuando tose o hace un esfuerzo. También le preguntarán sobre sus actividades sexuales.

Las pruebas que se pueden hacer incluyen:

  • Análisis de sangre para detectar la presencia de sífilis, VIH u otras infecciones de transmisión sexual.
  • Exámenes como el CSC o fórmula leucocitaria (de Sangre).
  • Pruebas de función renal.
  • Pruebas de función hepática.
  • Gammagrafía del hígado y el bazo.
  • Biopsia del ganglio linfático.