Se denominan valores espirituales a los principios o bases que puedan crear una relación estrecha entre el hombre y dios, favoreciendo el crecimiento personal del mismo, estos permiten manifestar la personalidad de cada individuo en todos los aspectos de su vida, como hombre, esposo, cabeza de familia, trabajador, entre otros.
Es decir, los valores espirituales ponen a resaltar todos las cosas no materiales en nuestras vidas dándole mayor valor a las mismas, que de igual manera que lo material son de gran importancia para el día a día de la vida, en buscar una manera de darle un porque a las situaciones que otorga la vida humana, afianzando la fe y creando así una creencia religiosa, lo que genera una mejora en el individuo en un plano lejano a lo terrenal acercándose al nivel divino y sobre natural. Entre los valores espirituales que se encuentran escritos en el antiguo y nuevo testamento son:
- La caridad: no es más que la compasión a una persona diferente de nosotros mismos, sentir su dolor como propio, vivir sus penas como propias, anhelar la solución a sus problemas como si se estuviera viviendo en carne propia, pero lo más importante buscar ayudar al prójimo que presente estos acontecimientos sin esperar nada a cambio, es decir, ser caritativo consiste en sensibilizarse con el prójimo y ayudarlo para solventar el problema sin esperar agradecimientos ni remuneraciones a cambio.
- La esperanza: mirar con optimismo el logro de las metas mientras construimos el camino para lograrlas, gracias a la esperanza los seres humanos pasamos de anhelar a cumplir, de soñar a alcanzar los soñado, es el motor de vida para poder realizar un objetivo planificado.
- La fe: es la creencia en que Dios verdaderamente existe y que este se encuentra a nuestra disposición para ayudarnos a solucionar nuestros problemas que se presentan en el día a día, es una forma de apaciguar nuestras angustias, desesperos e inquietudes ya que al tener fe en Dios los individuos creen plenamente que él los ayudara, llenando a las personas en esperanza. Estos tres valores mencionados según la teología cristiana (creencias fundamentadas en Cristo cuya base teórica es la biblia) las catalogan a los tres como virtudes teologales.