Es un líquido similar al aceite común, con la distinción de que el coco es su elemento principal, es decir, es extraído de él. Con el pasar de los años, éste tipo de aceite se volvió mucho más famoso, pues debido a su elevado precio y el poco conocimiento que de él se tenía, no se adquiría mucho, pero con la llegada de la época de vanidad y cuidado excesivo de la piel y el cuerpo en general, su uso se hizo más frecuente.
Es diferente a las demás grasas, ya que no necesita la vesícula biliar ni el páncreas para digerirse, sólo se transforma en energía, sin el previo almacenamiento que las grasas corrientes necesitan; además, no contiene la misma cantidad de calorías que otras sustancias similares a ella, a semejanza del aceite de oliva y la mantequilla, por lo que se considera el mejor aceite para cocinar.
Tiene distintos usos, se puede utilizar al momento de freír un alimento como grasa alternativa o untarlo a modo de mantequilla, al igual optar por convertirse en desmaquillador, método preventivo de estrías (aunque, también puede contribuir a eliminarlas, pero sólo con masajes constantes en el área afectada), suplemento diario para revitalizar las energías, hidratante del cabello, exfoliante, medicamento natural para tratar infecciones vaginales, hace que la irritación en los pezones durante la lactancia mejore, con su aplicación cutánea defiende en contra de la aparición de varices, disminuye la celulitis, puede ser utilizado como lubricante orgánico sin causar daños en los genitales, actúa como antiinflamatorio, acelera la recuperación de quemaduras y de la gripe, además de hidratar la piel con su aplicación continúa.