Ácido Fosfórico

El ácido fosfórico es un ácido oxo de fósforo que tiene la fórmula química H3PO4. Consiste en un ácido mineral en el que tres protones ácidos se unen al anión fosfato (PO43-). Aunque no se considera un ácido fuerte, su uso incorrecto puede presentar un riesgo para la salud.

Se puede encontrar en dos estados: como un sólido en forma de gruesos cristales ortorrómbicos, o un líquido cristalino que se parece al jarabe. Su presentación comercial más habitual tiene una concentración del 85% p / p y una densidad de 1685 g / cm3. Esta densidad proviene de la mano de la concentración.
En altas concentraciones, este ácido irrita la piel y las membranas mucosas. El ácido fosfórico también es dañino para el calcio óseo, ya que no permite una absorción adecuada en el cuerpo, lo que provoca su debilitamiento y por lo tanto aumenta la posibilidad de tener fracturas, también se dice que el ácido fosfórico es uno de los mayores contribuyentes al aumento de osteoporosis.
En el caso del hidróxido de sodio, puede formar tres: fosfato de sodio monobásico (NaH2PO4), fosfato dibásico sódico (Na2HPO4) y fosfato sódico tribásico (Na3PO4).
Sin embargo, dependiendo de qué base se use para su neutralización, o qué cationes están muy cerca de ella, puede formar otras sales de fosfatos. Cada uno con sus diferentes grados de protonación del anión fosfato.
Por otro lado, el ácido fosfórico «secuestra» cationes divalentes tales como Fe2 +, Cu2 +, Ca2 + y Mg2 +. A altas temperaturas puede reaccionar consigo mismo con la pérdida de una molécula de H2O, formando dímeros, trímeros y polímeros de ácidos fosfóricos.
Este tipo de reacción hace que este compuesto sea capaz de establecer un gran número de estructuras con esqueletos de fósforo y oxígeno, a partir de las cuales también se puede obtener una amplia gama de sales conocidas tales como polifosfatos.
En cuanto a su descubrimiento, fue sintetizado en 1694 por Robert Boyle, disolviendo P2O5 (pentóxido de fósforo) en agua. Es uno de los ácidos minerales con mayor utilidad, siendo su función como fertilizante la más importante. El fósforo, junto con el potasio y el nitrógeno son los tres principales nutrientes de las plantas.