El acné es una enfermedad que afecta a los folículos pilo-sebáceos («poros») en los cuales hay una alteración de su funcionamiento. El acné es un proceso muy frecuente y, junto con la posibilidad de causar molestias, provoca una evidente repercusión en la imagen física y la autoestima personal. El acné generalmente se ve en adolescentes y jóvenes, aunque también puede ocurrir en recién nacidos y adultos.
Las lesiones de acné generalmente se localizan principalmente en la cara y pueden extenderse hasta el cuello, el tórax y la espalda. El acné generalmente aparece en la cara y la espalda durante la pubertad, como una respuesta anormal a la hormona testosterona. Con el paso del tiempo, el acné por lo general disminuye o incluso desaparece.
El acné varía según el tipo , esto dependerá de la apariencia externa que tienen y en el momento de su aparición. Por lo tanto, encontramos, por ejemplo, el llamado acné vulgar, que es el más común entre los adolescentes y se caracteriza por la aparición en el cuello y la cara de los folículos o pústulas.
A pesar de haber miles de teorías con respecto a la aparición del acné aún no hay causa específica que pruebe el pronunciamiento del acné, sino más bien muchos factores predisponentes, sin embargo, podemos mencionar la sobreproducción de seborrea como la más común. En este sentido, no podemos ignorar, por un lado, el estrés y, por otro, el tema hereditario, ya que se ha demostrado que ambos problemas afectan el desarrollo de la enfermedad. Con respecto a la cuestión de la herencia, hay genes que la predisponen y que explicarían de alguna manera, porque hay quienes la sufren y otras que nunca tuvieron que sufrirla.
El tratamiento del acné generalmente está condicionado de acuerdo con el tipo de lesiones que predominan. Es esencial mantener una limpieza frecuente (una o dos veces al día) con un jabón adecuado para pieles grasas.
Si usas habitualmente cremas hidratantes, protectores solares, maquillaje u otros productos cosméticos, siempre debes usar aquellos que no empeoren el acné: puedes identificarlos ya que generalmente especifican que son «no comedogénicos» o «sin aceite». Con respecto a la dieta, no hay evidencia concluyente de que comer pueda afectar el acné. Si el médico lo considera necesario, además de la higiene, puede recomendar la aplicación de algún tipo de tratamiento, tanto tópico como oral.