Acuñar

Acuñar, como un verbo transitivo derivado de la palabra cuño, se refiere a la acción de crear o producir monedas, así como dedicarse a la impresión de objetos metálicos, especialmente aquellos que son similares a las monedas y medallas, haciendo uso del troquel. Es también utilizada para hablar sobre la creación de aquellas expresiones que adquieren algo de popularidad gana estabilidad dentro de la lengua que la alberga. La palabra acuñar, como derivación de la palabra cuña, se refiere a estabilizar cierto objeto con cuñas, aquellas piezas de madera y metal que termina en un ángulo agudo, y que es introducida en grietas o ranuras para inmovilizar el cuerpo.

La acuñación como proceso, consiste en el grabado de motivos distintos sobre, mayormente, objetos metálicos, aunque también se incluyen otros materiales, tales como el cuero y la porcelana. Esto les añade algún tipo de valor, tanto intrínseco como de canje. La mayoría de los métodos actuales de acuñación fueron concebidos en la Antigüedad clásica, en Grecia, con el grabado de relieve que reemplazó a las monedas perforadas. Sin embargo, fue durante la Edad Media que esta práctica se puso de moda, por lo que nacieron regulaciones gubernamentales sobre las monedas, puesto que la falsificación tomaba impulso.
La creación de términos y conceptos, por su parte, están determinadas por una serie de factores como las reglas lingüísticas y sobre cuál tema se están estableciendo. Estas, pasado un tiempo y con el aumento de su popularidad, son aceptadas por lo organismos formales correspondientes. Sin embargo, cuando se trata de un concepto que, por ejemplo, desarrolla cierto grupo, es algo que se logra en base a los reglamentos que los mismos imponen.