Un adepto es el nombre dado a esa persona que se ha unido a una secta o una asociación. También a la persona que es un seguidor fiel, simpatizante de una idea o un individuo, por lo general alguien conocido porque ha logrado trascender en un área específica. Cabe señalar que los políticos y los músicos también tienen un gran número de seguidores, que están de acuerdo con sus ideas y propuestas ideológicas, o que son grandes admiradores de su producción artística, respectivamente.
El concepto tiene una gran cantidad de sinónimos que tienen un uso popular hiper, incluso muchos de ellos son más utilizados que el concepto de adepto, entre ellos se destaca: fanático, partidario, seguidor, discípulo. Sin lugar a dudas, el más extendido en el mundo es el de un fan.
El simpatizante, fanático o aficionado se caracterizará y será fácilmente reconocible por el entusiasmo que representa para esa idea, persona o grupo que le sigue. También entre otros signos particulares está la incondicionalidad que mostrará el adepto al hablar sobre lo que sigue. Es decir, si alguien lo ataca, será muy visceral cuando se trata de defenderlo con uñas y dientes y, por otro lado, lo promoverá en todo momento, es decir, tan pronto como tenga la oportunidad, hablará sobre él, siempre con la intención de dárselo a conocer, publicitar o aumentar su popularidad.
Es común que los seguidores, los fanáticos de algo o alguien se agrupen y formen comunidades o equipos que se dediquen exclusivamente al culto o promuevan todo lo relacionado con su objeto de admiración. Ejemplo, en la política se observan grupos de personas que se unen para defender a los líderes de sus partidos sin razonar objetivamente, por eso también se dice que el fanatismo viene acompañado de consecuencias negativas.
Por el contrario del adepto, es decir, en el camino opuesto, está el adversario, que es precisamente esa persona que será contraria o enemiga de alguien o algo, por ejemplo, una idea, un partido político, una religión que en muchos casos con respecto a este último hay muchas controversias con los creyentes de cada cual.