Considerada en el ámbito de la medicina como una hormona secretada debido a las glándulas suprarrenales. La adrenalina tiene la capacidad de contraer vasos sanguíneos, dilatar las vías respiratorias y aumentar la frecuencia cardíaca. El cuerpo secreta adrenalina cuando se siente amenazado o en peligro. Constituyendo una respuesta fisiológica, este proceso mediante diversas situaciones prepara al individuo para escapar del riesgo o para luchar contra eso o aquello que lo amenaza.
Adrenalina es lo que hace que la persona sienta algún tipo de placer ante la posibilidad de peligro y que esto lo aliente a intentar enfrentar una situación a pesar de que conscientemente se sabe que puede ser peligroso. Esta hormona se moviliza por todo el cuerpo, preparándose para enfrentar un peligro. Su secreción es un tipo de respuesta fisiológica inmediata que afecta a todo el cuerpo: aumenta la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la presión sanguínea, dilata los bronquios, aumenta la oxigenación de los músculos y el cerebro, así como la glucosa en la sangre, entre otros.
Al igual que otras sustancias químicas generadas por este tipo de glándulas u otras, la adrenalina tiene un efecto directo sobre el sistema nervioso, por lo que no genera cambios en el nivel físico solo si también puede generar efectos a nivel psicológico, especialmente en el caso de el ser humano, que lo ha transformado en un fenómeno más consciente y no solo orgánico.
A medida que la adrenalina aumenta el nivel de glucosa en la sangre, uno de los efectos inmediatos y más visibles que se pueden generar en la persona es la sobre excitación.
Muchos de los efectos negativos causados por la adrenalina son parte de la respuesta del organismo al peligro y entre ellos se destacan el aumento del ritmo cardíaco, la contracción de los vasos sanguíneos y la dilatación del tracto respiratorio; todo apunta a un aumento en el flujo sanguíneo a los músculos y al oxígeno en los pulmones. Esta también es usada como tratamiento para algunas enfermedades en donde el riesgo de vida de la persona es muy alto como shock anafiláctico o paro cardíaco.
La adrenalina es también hoy en día muy característica del estilo de vida actual, lo que significa que solo a través de situaciones de riesgo, deportes de aventura o momentos extremos uno realmente experimenta sensaciones inesperadas que lo alejan de la rutina diaria.