En la medicina, la Anemia Hemolítica es el conjunto de trastornos hemolíticos tanto intravasculares como extravasculares, que desarrollan una baja en los glóbulos rojos. La anemia hemolítica puede presentarse en el ser humano por descendencia, o adquirida. La Anemia Hemolítica ocurre cuando la médula ósea no aumenta la producción para compensar la destrucción prematura de los glóbulos rojos. Si la médula ósea puede mantener el ritmo de la destrucción inicial, no se produce anemia (a veces se denomina hemólisis compensada).
Cuando la Anemia Hemolítica es hereditaria se puede clasificar en: corpuscular o intrínseca, la cual refiere a la afección de los padres a los hijos y se desarrolla cuando los glóbulos rojos producidos por el cuerpo son defectuosos.
Ahora bien, de presentarse una Anemia Hemolítica adquirida esta se clasifica en extracorpuscular o extrínseca, que se refiere a que la persona en un momento de su vida desarrolló la enfermedad y esta no viene del nacimiento. Puede deberse al mal funcionamiento del bazo (uno de los órganos responsables de filtrar la sangre) que destruye los glóbulos rojos sanos. En ocasiones, se desconoce la causa de la anemia hemolítica adquirida.
El defecto de la Anemia Hemolítica puede estar dentro del mismo glóbulo rojo (factores intrínsecos) o fuera de él (factores extrínsecos).
Los factores intrínsecos a menudo están presentes en el nacimiento (hereditario) e incluyen:
- Anormalidades en las proteínas que componen los glóbulos rojos normales.
- Diferencias en la proteína dentro de un glóbulo rojo que transporta oxígeno (hemoglobina).
Los factores extrínsecos incluyen:
- Respuestas anormales del sistema inmune.
- Coágulos de sangre en los pequeños vasos sanguíneos.
- Ciertas infecciones.
- Efectos secundarios debido a medicamentos.
La anemia hemolítica puede sospecharse a partir de los hallazgos generales en un historial médico completo y en el examen físico de su hijo, como quejas de cansancio, palidez en la piel y los labios, o una frecuencia cardíaca rápida (taquicardia). Además de un examen físico completo, el médico de su hijo puede solicitar las siguientes pruebas de diagnóstico:
- Análisis de sangre. Estas pruebas miden la hemoglobina y el recuento de reticulocitos y revelan cuántos glóbulos rojos nuevos se están produciendo.
- Pruebas de sangre adicionales. Para verificar la presencia de anticuerpos, la bilirrubina, la deshidrogenasa láctica y la haptoglobina.
- Pruebas de orina para la hemoglobina. Aspiración y / o biopsia de médula espinal. Un procedimiento que implica extraer una pequeña cantidad de líquido de la médula ósea (aspiración) y / o tejido sólido de la médula ósea (llamado biopsia central), generalmente de los huesos de la cadera, para examinar el número, tamaño y madurez de la médula ósea . las células sanguíneas y / o células anormales.