El término sidéreo o sideral es una palabra que se encuentra asociada a todo lo referente a los astros, por lo que en el contexto astronómico, el año sidéreo o sideral, es aquel lapso de tiempo que tarda el planeta en pasar dos veces seguidas por un mismo punto de su órbita, tan solo guiándose por las estrellas. Para poder medir el tiempo que tarda una rotación entera de la tierra alrededor del sol, es necesario fijar un punto que sirva de referencia inicial y final.
Esta precesión reside en tomar un eje imaginario de la tierra, el cual durante los equinoccios enfila hacia una dirección, y en los solsticios se traslada a 90 grados en relación a la línea imaginaria, que juntaría a la tierra con el sol, tomando como punto dominante esta línea imaginaria y tomando en cuenta las estrellas fijas como referencia. Todo ese tiempo ese tiempo que la tierra tarda en completar el circuito.
Con el desplazamiento relativo entre el sol y la mayoría de las estrellas son casi nulas, se puede acoger como punto inicial y final, la extensión de una línea que transite por una estrella y el medio del Sol. Cuando la Tierra complete una vuelta alrededor del Sol, las estrellas se encontraran de nuevo alineadas de manera exacta. Ese tiempo que tarda en pasar dos veces continuas por esa posición es lo que se conoce como año sideral, y su tiempo es superior a la del año solar medio. Por lo que el año sideral dura 366 días siderales, que es equivalente a 365 días solares medios.