Aprendizaje de Conceptos

El aprendizaje consiste en adquirir conocimientos de cualquier tipo que no estuviera previamente poseído. Hay ciertas capacidades que son innatas, pero necesitan ser desarrolladas, a través de la adquisición de información, y esta información viene del aprendizaje. Por lo tanto, el término de aprendizaje de conceptos implica la incorporación de la estructura cognitiva, los elementos básicos del proceso del conocimiento, que nos llevará a elaborar proposiciones, relacionándolas.

Llamamos conceptos a aquellos objetos, hechos o propiedades, que tienen características comunes y por lo tanto se identifican con un nombre particular del tipo convencional. Así surge el concepto de perro, para identificar todos los animales cuadrúpedos que ladran, o el concepto de hombre que agrupa a todos los animales que poseen la razón.
Formar un concepto sin ver el objeto representado por él, es un complejo proceso de abstracción cuya posibilidad comienza a surgir sólo en la adolescencia. En los niños, los conceptos de aprendizaje son concretos. De esa manera se darán cuenta de la idea de un perro cuando realmente verlos, o para fotos o películas.
La posibilidad de elaborar nuevos conceptos de forma abstracta se basa en la existencia de conocimientos de conceptos previos formados de manera concreta. Así, después de formar el concepto de perro, gato, hombre, etc., de una manera concreta, al mirarlos, podemos elaborar el concepto de mamíferos, de una manera abstracta, utilizando el conocimiento preexistente sobre la alimentación de estos animales.
Por lo tanto, nuevos conceptos serán incluidos en la mente humana de forma abstracta, en su relación con otros conceptos preexistentes elaborados en forma concreta.
Los conceptos de aprendizaje de forma repetitiva solo harán que permanezcan durante un tiempo muy corto en la memoria, y luego desaparecen sin ninguna posibilidad de recuperación. Esto ocurre, por ejemplo, cuando aprendemos palabras en otro idioma que no conocemos su significado. Eso es lo que hacen los loros que repiten sin entender lo que dicen.
Nuestros estudiantes deben entender, relacionar el objeto o evento, con la idea o representación mental, y el nombre asignado socialmente; A continuación, hacer juicios o proposiciones que serán el «qué» del aprendizaje, el objeto de estudio. A este contenido conceptual para aprender debe añadirse el «cómo» o los contenidos procedimentales, para adquirirlos de una manera significativa, no arbitraria.