Autismo

Los pacientes que sufren de este síndrome tienen una serie de signos identificativos que determinan esta condición. En este sentido, destacaría, por ejemplo, que tienen un coeficiente intelectual que generalmente está por debajo de lo normal, que tienen un lenguaje y una gramática limitados, o que muestran un desinterés total en las relaciones sociales.

El autismo está dentro del grupo de Trastornos Generalizados del Desarrollo (PDD). El subgrupo denominado trastorno del espectro autista (ASD o ASD, por sus siglas en inglés) se conoce como espectro porque existen diferentes tipos de autismo o, más específicamente, diferentes grados de autismo.
Los síntomas fundamentales del autismo son dos:

  • Deficiencias persistentes en comunicación e interacción social.
  • Patrones de comportamiento, intereses o actividades restrictivas y repetitivas.

Los trastornos autistas, por lo tanto, afectan las interrelaciones y fomentan las conductas repetitivas en quienes las padecen, ya que necesitan mantener un entorno fijo y estable. El autismo generalmente se manifiesta en los primeros años de vida y se mantiene durante toda la vida ya que no hay cura, aunque puede reducir el comportamiento anormal y mejorar la interactividad social.
Las estadísticas indican que el autismo afecta a entre dos y diez personas por cada 10.000 habitantes, con una mayor incidencia en los hombres que en las mujeres. Sus causas son generalmente desconocidas, aunque algunos expertos atribuyen el desarrollo del trastorno a una combinación entre la genética y ciertos factores ambientales.
A pesar de los diversos tipos de autismo, hoy en día se los considera parte del trastorno del espectro autista (TEA) para una mejor evaluación y análisis, ya que las fronteras de uno u otro tipo no son claras. Generalmente se dividen en 4 tipos o grupos:

  • El trastorno autista: simplemente llamado autismo, autismo infantil, psicosis infantil o síndrome de Kanner.
  • Síndrome de Asperger: también llamado asperger para secar, es uno de los tipos más leves de autismo y se caracteriza por la falta de empatía.
  • Trastorno de desintegración infantil: también se conoce como psicosis desintegrativa o síndrome de Heller, se caracteriza por retrasos en el desarrollo del lenguaje, las funciones sociales y las habilidades motoras. Este grupo incluye a todos aquellos dentro del espectro autista que tienen síntomas de abstinencia.
  • Trastorno de desarrollo generalizado no especificado (PDD-NOS): todos los casos dentro del espectro autista que son atípicos se consideran en este grupo.