Balanitis

La balanitis es una enfermedad que afecta los genitales masculinos y que tiene múltiples orígenes, especialmente de causa infecciosa o irritativa. Ya que, cuando la balanitis se debe a una infección por una bacteria, se llama balanitis bacteriana y existen varios factores que pueden predisponer a una infección del glande (balanitis) o del prepucio que dan origen al balanopostitis, que se refiere a la irritación de la orina o esperma, fricción de la ropa o el sexo, penes no circuncidados y ausencia de higiene.

Tabla de Contenidos

Qué es la balanitis

La balanitis es la inflamación del glande, que es la parte final del pene. El glande es la parte final del cuerpo esponjoso, con menor tamaño que las tres columnas de tejido eréctil que se ubican en el pene (son los cuerpos cavernosos, que son dos estructuras paralelas ubicadas en la parte superior) y cuando la inflamación también afecta al prepucio se conoce como balanopostitis.
La balanitis produce en casi todos los casos enrojecimiento del glande y prepucio, y otras lesiones pueden aparecer en ese nivel como ampollas, erosiones, manchas blanquecinas o grisáceas, según la causa que lo produzca. Cuando hay inflamación, hay dolor en la gran mayoría de los casos, y también puede causar picazón y ardor. La intensidad de estos síntomas es variable. Además, pueden aparecer secreciones malolientes.
Esta enfermedad es relativamente frecuente, ya que representa alrededor del 10-11% de los trastornos genitourinarios en hombres en la edad adulta. También afecta hasta el 3% de los niños. La balanitis puede ser producida por una multitud de causas. Su gravedad es variable, porque aunque la mayoría de las veces es un proceso transitorio y relativamente banal, que progresa favorablemente con el tratamiento médico, otros pueden evolucionar hacia un cáncer invasivo, que requiere cirugía y seguimiento posterior. Por lo tanto, es importante hacer el diagnóstico lo antes posible, especialmente si se sospecha que la balanitis es una lesión premaligna.
Además, en muchos casos puede haber una infección de transmisión sexual asociada, y es necesario tratar a la pareja afectada. Las lesiones que aparecen en el glande y el prepucio son muy similares en algunas ocasiones, por lo que la anamnesis (entrevista del médico con el paciente para conocer sus síntomas y antecedentes) y la exploración son muy importantes para realizar el diagnóstico correcto.
Si hay dudas, se realizan otras pruebas más invasivas, como una biopsia de piel, que confirma el diagnóstico. El tratamiento que se asigne dependerá siempre de la causa, por lo tanto puede variar.

Conceptos básicos de la Balanitis

Causas de la Balanitis

La balanitis o la inflamación del glande, puede ser originada por múltiples causas , la más común es la falta de higiene íntima en pacientes no circuncidados y el uso de jabones, perfumes o condones que contienen sustancias químicas que irritan el glande. Aunque hay muchas otras razones que lo pueden originar, desde condiciones banales hasta lesiones premalignas más graves.
La humedad es un factor que favorece el crecimiento no solo de las bacterias sino también de los hongos, que generalmente causan balanitis con más frecuencia que las bacterias. Otros factores de riesgo son la diabetes mellitus, el síndrome de Reiter o el liquen escleroatrófico. Las principales bacterias que causan la balanitis son los estreptococos, seguidos con menor frecuencia por S.aureus, Klebsiella spp, Gardnerella vaginalis y algunos anaerobios. Igualmente, ésta puede ser ocasionada por la aparición de diferentes infecciones tales como:

  • Hongos (Candida albicans).
  • Bacterias de diferentes tipos (G. Vaginalis, Streptococcus grupo A, Staphylococcus aureus, T. vaginalis o sífilis).
  • Virus: virus del herpes, virus del papiloma humano (VPH).
  • Otras causas de balanitis
  • Irritantes (jabones, perfumes, cremas de higiene íntima).
  • Falta de higiene.
  • Drogas (eritema de drogas fijas).
  • Trauma.
  • Síndrome de Stevens-Johnson.

Tipos de Balanitis

  • Candidiásica: es aquella producida por una irritación en el glande que puede doler y picar o ambas al mismo tiempo.
  • Por bacterias: la principal es producida por una bacteria llamada anaerobios, que produce un mal olor. Y eso se llama aerobios, que produce edema y fisuras en el glande.
  • Por Herpes: aquí la la enfermedad se manifiesta de 3 formas:
  1. Primoinfección: es que luego de un periodo de entre 2 a 14 días, comienzan a aparecer úlceras que se convierten en costras.
  2. Primer episodio no primario: ocurre cuando el área se infecta de forma limitada y su proceso de realización es rápido.
  3. Infecciones recurrentes: son las que van y vienen, es decir, son recurrentes, pero su dolor es un poco menos que el primero.
  • Liquen escleroso: aquí se producen placas en el glande que afectan al prepucio y pueden convertirse en vesículas hemorrágicas.
  • Circinate: es la que se asocia con otras patologías como la artritis reactiva y la uveítis o el síndrome de Reiter, que se llama médicamente.
  • Lesiones premalignas: es la que termina desarrollándose en un cáncer invasivo. Incluso hay dos premalignos que son; eritroplasia de queyrat y enfermedad de Bowen.
  • De zoon: es uno que ocurre en hombres mayores o mejor dicho, de la tercera edad.
  • Alérgico: es uno producido por agentes químicos, es decir, jabones de baño, jabones de uso íntimo, látex, entre otros.
  • Por drogas: sucede cuando el paciente sufre una reacción alérgica a un medicamento específico.
  • Cómo se diagnostica la Balanitis

    Existen varias formas de diagnosticar balanitis, la primera es la entrevista del especialista al paciente para conocer sus síntomas y su estado, además, la historia clínica es un pilar muy importante, ya que debe exponer, por ejemplo, infecciones en el pene sufridas con antelación, su frecuencia y tratamiento, etc. En algunos casos, como en la balanitis causada por medicamentos (eritema medicamentoso fijo), es esencial tener un historial de uso de medicamentos en los días anteriores para lograr el diagnóstico.
    Lo mismo ocurre en la balanitis por irritantes o en la que se relaciona con la falta de higiene. El examen físico también es fundamental, porque aunque la presentación clínica es similar en muchos casos, existen algunas peculiaridades según la causa de la balanitis. La aparición de las lesiones y sus características permiten al médico realizar un diagnóstico de sospecha.

    Muchas veces, el diagnóstico de balanitis se puede hacer con anamnesis y un examen físico detallado, sin la necesidad de pruebas adicionales, pero existen condiciones en las que es necesario realizar otras pruebas, como una biopsia de piel, para descartar lesiones premalignas. Si hay dudas sobre el diagnóstico, también se puede realizar una biopsia. Otra prueba utilizada con frecuencia es el cultivo de una muestra obtenida de las lesiones del glande o del prepucio.
    La realización de otras pruebas, como una prueba de sangre u orina, una radiografía de tórax u otras pruebas más específicas, dependen del diagnóstico de sospecha. Se realizarán sólo si el médico considera apropiado descartar otras enfermedades o complicaciones asociadas.

    Tratamiento de la Balanitis

    A la hora de tratar la enfermedad, se recomienda en primer lugar, ser muy higiénico y usar jabón y agua diariamente. Además de mantener el área seca.
    Cuando se sospecha una infección bacteriana, se pueden aplicar ungüentos acompañados de tratamientos sistémicos. Si se sospecha de una ITS, se administra un tratamiento específico. En los casos en que la enfermedad se presenta con frecuencia o de fimosis o parafimosis irreducible, se puede realizar una circuncisión.
    Como se mencionó anteriormente el pronóstico de esta enfermedad depende de su causa y los factores de riesgo que presenta. En la mayoría de los casos, la balanitis desaparece rápidamente si se siguen los tratamientos apropiados recomendados por un experto y, por lo general, no requiere intervención quirúrgica.

    Riesgos de la Balanitis

    • Producir diabetes mellitus.
    • Las relaciones sexuales pueden ser riesgosas.
    • Puede causar inmunosupresión.
    • Afectar el suministro de sangre en la punta del pene y estrechar su orificio.
    • Por último, puede aumentar el riesgo de cáncer de pene.