Bálsamo

Se refiere a una crema o a algunas sustancias de componentes medicinales con aromas artificiales, que son utilizados para hidratar, curar heridas en la piel como las llagas o solo como base cosmética ya sea para el cabello o el cuerpo. Algunas plantas drenan una savia grasosa o lechosa de aroma y resina fuerte, ya sea porque la planta es tratada o de forma natural haciéndose más espeso a medida que fluye de la misma.

En la variedad de los bálsamos encontrados en su mayoría son de usos medicinales, que también son usados como inciensos, aromatizadores, desodorizadores y purificadores de ambientes en la antigüedad a los romanos se les bañaba con estos aceites a base de bálsamos para cuidar y protegerlo de picaduras, este mismo tratamiento lo hacían a la hora de llevarlos a su última morada de descanso, así ayudaban al proceso de momificación de ellos, acto que se conoció más adelante como embalsamiento o embalsamado. Los bálsamos pueden ser de características sólidas o cremosas y de aspecto viscoso, de colores entre el amarillento, el marrón, el oscuro negruzco y de olores fuertes que se alteran al estar en contacto con el medio ambiente, las diferentes temperaturas y el aire, sus características y olores se deben modificar al combinarlos con otros aceites y el alcohol haciendo el proceso de destilación para luego ser usados.
La palabra bálsamo hace referencia a un acto o acción de ayuda y consuelo, para sobrellevar una pena o dolor corporal, emocional y mental llena de tristeza. En la espiritualidad se habla que Dios es un bálsamo para los caídos, con la fe en el consuelo de amor bajo el Espíritu Santo que Dios da levantándolos y protegiéndolos, de allí que se hable de los aceites balsámicos de sanación de Galaad que procedían de la tierra santa o la tierra prometida situada al este del río Jordán. En sí la esperanza y el mensaje de vida que profesaba Jesucristo al predicar como hijo de un Dios vivo, era un bálsamo para los corazones y lo espíritus caídos en desgracias y que llegaban a ser bendecidos cuando él ejecutaba algún milagro curativo, solo la fe plena ya era un consuelo y bálsamo de salvación y sanación.