Bromatología

El término Bromatología tiene sus orígenes en el griego Bromatos, que significa alimento y logía, que se traduce como estudios; en ese sentido, esta disciplina se dedica a la investigación que se realiza de manera integral sobre los alimentos.
Otras áreas científicas complementan el estudio llevado a cabo por la bromatología, tal como ocurre con la biología, la química y la física.
En ese orden de ideas, con esta rama de la ciencia lo que se procura es hacer el análisis físico, químico e higiénico (es decir, de las toxinas y microorganismos), que se encuentran presentes en los productos que son consumidos por los animales.

Por otro lado, la bromatología también se encarga de realizar el cálculo de las dietas en las diversas especies que son sometidas al estudio y, además, ayuda al tratamiento y conservación de los alimentos.
Es fundamental en la industria de la producción alimentaria que quienes en ella intervienen conozcan los usos del estudio bromatológico, ya que les permite contribuir con la nutrición y salud de sus animales, especialmente las de aquellos que se utilizan en la producción de alimentos con alto contenido proteico.
Uno de los objetivos principales de la bromatología es conocer la estructura cualitativa y cuantitativa, tanto del alimento, como de de las materias primas con las que se elaboran, para así poder estudiar los productos que están alimentando a determinadas especies y, por ende, saber cuáles son los beneficios que le aporta a su nutrición.
Asimismo, esta ciencia le permite al hombre fiscalizar y legislar en materia alimentaria, impidiendo de ese modo que se produzcan modificaciones en la calidad e higiene que deben estar presentes en la producción de alimentos para el consumo humano.