Bruxismo

El hábito involuntario de rechinar o apretar los dientes es conocido como bruxismo. Es una de las llamadas funciones involuntarias sin propósito. Bajo este concepto se entienden las actividades del sistema de masticación sin ningún tipo de finalidad, por ejemplo, la trituración de alimentos. Al moler o apretar los dientes, la musculatura del sistema de masticación es hiperactiva. Este fenómeno puede manifestarse incluso durante la infancia.

Es reconocido el bruxismo por la dificultad para mover la mandíbula; dolor severo en la mandíbula, dolor de cabeza, dolor de oído, incomodidad generalizada en la cara, cuello, etc. En muchas ocasiones las personas no notaron el apretamiento o rechinar de los dientes por sí solos y los dolores del día siguiente generan la preocupación que permite determinarlo. La razón principal por la que un paciente recurre a un especialista es el dolor en lugar del desgaste de los dientes que causa un ajuste excesivo.
Este problema puede ocurrir desde la infancia como se mencionó anteriormente y ocurre con mayor frecuencia desde la adolescencia. Esto se debe principalmente al estrés. En los estudiantes, esto es más evidente en los períodos de exámenes, cerca de los finales de año escolar. También es causada por ciertos alimentos que son más estimulantes que otros, como chocolates, bebidas de cola y café, que producen un estado de alerta superficial que puede alterar el sueño.
Las fuerzas liberadas por el bruxismo no solo afectan las articulaciones de la mandíbula, sino que también sobrecargan y dañan los músculos de la masticación y los dientes mismos. Además, puede causar tensiones y fuertes dolores en el área de la cabeza y el cuello.
Sin embargo, no podemos pasar por alto la existencia de muchos otros síntomas experimentados por personas que padecen este problema dental. Entre ellos se encuentran los trastornos de tipo alimenticio al insomnio a través de una fuerte sensibilidad de los dientes a los productos fríos o calientes, así como a la inflamación de la mandíbula. En el momento de poder diagnosticar correctamente un problema de bruxismo, los expertos en odontología llevan a cabo diversas pruebas, como lo que sería un reconocimiento completo, así como la realización de los rayos X correspondientes.