Capa de Ozono

De 15 a 50 kilómetros de la superficie de la tierra la altura en mayor concentración, aunque en el suelo también está presente. La capa de ozono tiene la función de ser una capa protectora que justamente preserva la vida del planeta Tierra, actuando como un escudo contra los rayos del sol llamado radiación UV o ultravioleta, absorbiendo del 97 al 99% ella.

Gracias a algunos productos generados por el ser humanos y llamados halocarbonos, la destrucción de la capa de ozono se ha acelerado en comparación con su ritmo natural. Esto provoca el adelgazamiento o degradación de la capa y la generación de los agujeros de ozono conocidos, con los cuales la tierra pierde protección contra la fatal radiación solar.
Cuando la capa de ozono se reduce, su capacidad para filtrar la radiación también disminuye: la mayor llegada de los rayos ultravioleta a la superficie, a su vez, aumenta los casos de cáncer de piel, cataratas y otros trastornos de la salud.
Aunque a menudo se habla de un agujero de ozono, no existe tal agujero en la capa de ozono. Lo que los expertos han detectado es una disminución anormal en el grosor de la capa mencionada, más notable en ciertas regiones.
Para tratar de controlar este proceso negativo, los diferentes gobiernos tomaron una serie de medidas destinadas a eliminar los CFC, con Estados Unidos, Canadá, Suecia y Noruega como pioneros de estas disposiciones. En 1985 se firmó la Convención de Viena, en la que participaron 20 países que se están preparando para negociar regulaciones para los químicos acusados ​​del problema.