Caries

Dentro de la cavidad se encuentran unas piezas de esmalte, un tejido de excepcional dureza, además de la dentina. Estos se denominan “dientes”; y son los principales elementos involucrados en la ingestión de alimentos, a que gracias a ello se es capaz de desintegrarlos. Estos aparecen después cuando el niño tiene alrededor de un año y medio, en un proceso llamado “dentición”; entre los 6 y 7 años de edad, cuando ya casi todos han crecido por completo, comienza la pérdida o caída de cada uno de los dientes, siendo reemplazados por otros con raíces definidas, que deberían permanecer hasta entrar en la vejez. Estas piezas, como otros componentes del cuerpo humano, necesitan de cierto cuidado para mantenerlos saludables, además de atractivos –resultan de gran esteticidad-.

Se consideran a las caries como una enfermedad que se encarga de destruir todo el tejido dental a su alcance. Estas aparecen como resultado de los ácidos producidos por las bacterias que se encuentran en la superficie de los dientes. Sin embargo, se suele mencionar la mala higiene de las personas, en combinación con una dieta rica en azúcares; de igual forma, la ausencia de flúor en la crema de dientes y el agua, puede jugar un papel importante en el proceso de formación de las caries. Cabe resaltar que, la mayor parte del tiempo, se cree que los niños son los más propensos a padecer esta condición, aunque los adultos presenten las mismas probabilidades de desarrollarla.
Existen tres tipos de caries: las caries de corona, consideradas el tipo más común, que presentan en la superficie de masticación; las caries radiculares, que nacen producto de la exposición de la raíz de los dientes, como parte del retraimiento de las encías que ocurre con el avance de la edad; las caries recurrentes, de igual forma, son aquellas que aparecen en las zonas cercanas a las obturaciones y coronas, por la acumulación de placa que allí tiene lugar mayormente. Es preciso recurrir a un especialista para determinar con seguridad si se padece de caries; aunque, es posible notar determinados cambios en los dientes, que pueden señalar la presencia de caries.
Para prevenirlas, es importante ir recurrentemente a chequeos odontológicos, cepillarse los dientes, al menos, dos veces al día y utilizar hilo dental para remover la placa, utilizar una crema dental que contenga flúor, llevar una dieta en la que los azúcares sean consumidos en una porción adecuada, además de consumir agua con un índice de flúor no muy alto, pues, esto puede resultar contraproducente.