Celeridad

Celeridad proviene del latín celerĭtas, -ātis. Significa prontitud, velocidad, rapidez, según la Real Academia Española. También se refiere a mucha velocidad, diligencia y prisa que se puede hacer en algo, despertar en la aplicación, cuidado y actividad que se puede hacer, así como la calidad de la velocidad y la luz.

En la rama de la física, el término celeridad se acepta como sinónimo de velocidad para expresar con precisión la relación que existe entre la distancia que recorre un cuerpo y el tiempo que tarda la acción. Esta magnitud se designa con la letra V y es un tipo de dimensión escalar.
Recuerde que la velocidad es una cantidad física que indica el espacio que viaja un cuerpo en una determinada unidad de tiempo. Si un automóvil cruza 80 kilómetros en una hora, avanzó con una velocidad promedio de 80 kilómetros por hora. La noción de celeridad, en este marco, es subjetiva y generalmente se determina de acuerdo con una comparación. Volviendo al caso del automóvil a 80 km / h, alguien podría considerar que el vehículo no se movió lo suficientemente rápido porque otros automóviles, respetando las normas de tráfico, por lo general viajan la misma ruta mucho más rápido. Por otro lado, si comparamos el tiempo que le tomó al conductor del vehículo caminar a pie, el automóvil le permitió moverse mucho más rápido.
Ahora, en nuestra vida cotidiana, hay situaciones en las que una persona puede verse obligada a organizar rápidamente un problema específico de acuerdo con circunstancias externas (hay un minuto imprevisto), pero en otras situaciones la persona también puede tomar la decisión por convicción interna a organizar rápidamente un problema específico.
Y es eso; La celeridad parece haberse convertido en una filosofía de vida para muchas personas que han convertido la ocupación constante en una posición antes de la vida. La velocidad es tan frecuente que incluso hay personas que tienen dificultades para adaptarse al ritmo tranquilo de las vacaciones de verano.
La velocidad es importante cuando una persona tiene que trabajar bajo presión de manera oportuna. Hay situaciones en las que los empresarios deben manejar la presión del momento para tomar decisiones apropiadas y la velocidad muestra la capacidad de tomar la mejor decisión de acuerdo con las circunstancias. Pero convertir la celeridad en un hábito puede ser una contradicción porque a veces, lo que realmente importa es la pausa en tomar una decisión que requiere tiempo, pausa y reflexión.