Champú

Es un jabón líquido utilizado para lavar el cabello, que elimina el exceso de grasa y las suciedades que se acumulan en los folículos. Viene del inglés “shampoo”, que a su vez proviene del anglo-indio “shampoo”, que se remonta al año 1772 y cuyo significado original era “masajear”.

Desde la antigüedad, se han utilizado 10 fórmulas para elaborar los champuses, desde jabón hervido con esencias aromáticas hasta hierbas con olores extraños, pero siempre bajo el mismo concepto de sólo uso para el cabello. Actúa separando la grasa expulsada por las glándulas sebáceas (sebo), del cabello, ya que este supone una sustancia de fácil absorción; sin embargo, el sebo protege el cabello de daños externos, aunque por esto se genere suciedad, se acumule caspa, además de que se impregna con lo líquidos que se coloquen en el cabello. El jabón es muy similar al champú, pero el último contiene menos surfactantes, para evitar eliminar tanto sebo, como lo haría el jabón.
El cabello, por su parte, repele el agua, por lo que cuando es aseado sólo con ella, la suciedad no es arrastrada, el champú entra en acción cuando el cabello está húmedo para que sea absorbida por los folículos, iniciando así un proceso de limpieza. Los prototipos de champuses de hoy en día se concentran en dar la fórmula del mercado, por lo que resaltan las siguientes características: fácil enjuague, para evitar que se gaste mucho tiempo; baja toxicidad, un paso importante, ya que muchos accidentes ocurren debido a la ingesta inconsciente del químico; no causar daños en el cabello, para que se mantenga fuerte y manejable; pH ligeramente ácido, pues se podrán romper los enlaces de desulfuro con la queratina del cabello.