Cómplice

Un cómplice es en términos generales, una persona que colabora con otro en la ejecución de ciertas acciones, para ayudarla a cumplir su rol. Como suele ocurrir con casi todas las palabras del idioma español, su significado permanece, pero se adapta a diferentes contextos y situaciones.

La complicidad es una parte esencial de una amistad; es un matiz de la unión entre dos seres vivos que implica un conocimiento profundo del otro, sus necesidades, sus gustos, sus puntos débiles y sus fortalezas. Ser cómplice de alguien, en el contexto de las relaciones interpersonales, significa estar juntos física y mentalmente, comprendiendose mutuamente.
Para la ley, un cómplice es una persona que participa o se asocia en un delito, sin haber sido el autor directo de la misma.
Entonces en el ámbito jurídico existen dos tipos de cómplice; uno es el cómplice necesario y el otro el cómplice secundario. Es necesaria de esa primera personalidad para que se puede realizar el delito (por ejemplo, quién vende un arma a un asesino), el cómplice secundario es alguien que colabora en la perpetración del evento pero de manera secundaria y sin participar directamente (por ejemplo, evitar que la policía descubra la verdad al obstruir los datos). En algunos casos el cómplice es considerado por ser el segundo en el acto y su sentencia puede ser reducida siempre y cuando él mismo decida colaborar con los investigadores.
Es que generalmente la figura del cómplice aparece en todos los sistemas legales, aunque puede tener un tratamiento diferente y puede haber matices con respecto a las diferentes formas de complicidad. En este sentido, a veces se distingue entre:

  • Cooperador necesario: El que coopera en la ejecución del crimen con un acto sin el cual no se habría llevado a cabo.
  • Cómplice: el que coopera en la ejecución del crimen, aunque sin su cooperación el crimen pudo haber sido llevado a cabo en cualquier caso (el cómplice no domina el hecho).

Algunas veces las penalidades para cada uno de estos tipos de cómplices son diferentes, asimilando al colaborador necesario a la figura del autor. El cómplice, por otro lado, generalmente tiene un castigo atenuado.