El término Convulsión proviene del latín y significa temblar, por lo que a menudo se usa para referirse a movimientos parecidos a sacudidas que ocurren en forma de crisis violentas e involuntarias y que son características de enfermedades como la epilepsia. Se puede decir que la convulsión es una contracción violenta, involuntaria y momentánea de uno o varios grupos musculares que causa movimientos irregulares localizados o diseminados por todo el cuerpo.
Las causas que lo ocasiona pueden ser psíquicas es decir, convulsiones histéricas, anóxicas esta refiere a convulsiones durante un síncope, causadas por la intoxicación, o ser de origen espinal o cerebral por: tumor, aneurisma y foco irritativo.
Los estudios señalan que las convulsiones son síntomas de un problema cerebral. Ocurren debido a la aparición repentina de actividad eléctrica anormal en el cerebro. Cuando las personas piensan en convulsiones, a menudo se imaginan el cuerpo de una persona que tiembla rápida e incontrolablemente. No todas las convulsiones causan estas sacudidas. Hay muchos tipos de convulsiones y algunos tienen síntomas leves.
De presentarse más de dos convulsiones esta pasa a ser una condición que constituye una emergencia y merece el ingreso inmediato a una unidad de cuidados intensivo, ya que, alcanza una tasa de mortalidad del 30% o puede ir acompañada de secuelas irreversibles en los sobrevivientes causados por daño neuronal. De cada tres casos se deben distintos casos de la epilepsia, siendo las infecciones más frecuentes del sistema nervioso, accidentes cerebrovasculares, lesiones en la cabeza, sobredosis de drogas o alcohol, así como la falta de oxigenación del cerebro después de un paro cardíaco.
En caso de presenciar un episodio convulsivo, es importante saber qué hacer, como por ejemplo:
- No permita que la persona afectada pida ayuda por su cuenta.
- Coloque a la persona en el piso, acostada en el costado.
- Afloje la ropa, especialmente al nivel del cuello.
- No coloque ningún objeto en la boca del individuo, esto puede provocar asfixia y complicar la imagen o llevarlo a sufrir una lesión si el paciente lo muerde.
- Espere unos minutos después de la crisis, por lo general no dura más de cinco minutos.
- La persona después de la crisis está desorientada y no puede valerse por sí misma durante unas pocas horas, es probable que los esfínteres estén relajados de modo que la micción y la evacuación se produzcan involuntariamente.