Al denominar una situación haciendo uso de la palabra crisis, se hace referencia a un conjunto de hechos que se caracterizan por el descontrol que causan en el comportamiento regular de sociedades, empresas, sistemas o individuos. Estando en estas condiciones, rápidamente se da inicio a un clima de tensión, generado por la aparición de interrogantes con las que se busca tener indicios sobre la gravedad de los daños finales. Con el fin de una crisis de cualquier tipo, se espera que finalmente todos los componentes afectados directa e indirectamente regresen a la normalidad, aunque también las consecuencias pueden ser irreversibles.
Los tipos de crisis varían, pero se ha establecido una clasificación apta para la observación de los escenarios en los que se puede desarrollar una dificultad como esta. Entre estas se encuentran: la crisis económica, se destaca por estar dentro del sistema económico, afectando de muchas formas el funcionamiento financiero de un país o hasta el planeta entero; la crisis política, caracterizándose por la corrupción y la deficiente administración de los recursos de una nación o el enfrentamiento de dos grupos por el control; la crisis sanitaria, que hace referencia al mal estado en el que se puede encontrar una comunidad con respecto al área de limpieza y salud; la crisis social, que sugiere un deterioro en las conductas sociales tradicionales, con la inclusión de nuevas costumbres rechazadas; la crisis emocional, apreciada en aquellos individuos con problemas de inseguridad o inestabilidad con tendencia a la depresión.
Una crisis, favorecida por circunstancias específicas, puede evolucionar y causar un desequilibrio pronunciado en el mecanismo que haya afectado; sin embargo, si desde el comienzo se aprecian cambios violentos o de un impacto mucho más profundo, todo pasa a ser una revolución, la cual se aprecia, normalmente, en la estructura social y política. Los individuos que son perjudicados por esta situación no siempre responden de la misma manera, ya que esto se ve proyectado en los pequeños detalles que definen su entorno y, obviamente, el tipo de crisis a la que se enfrente; por ejemplo, en medio de una aprieto económico, un granjero decide vender su negocio a un hombre interesado en rescatarlo, una decisión que le ayudó a salvar el patrimonio que había construido con el paso de los años con la serie de tierras y ganado que poseía.