Cuba

Cuba es un país que tiene una historia turbulenta que data de hace cientos de años. Una nación donde podemos encontrar una rica mezcla de costumbres, culturas y tradiciones con varios siglos de antigüedad. Toda persona que lo visita cautiva la gratitud de su gente, sus paisajes paradisíacos y su excelente gastronomía. Un territorio que a lo largo de los años ha atravesado diferentes épocas y etapas históricas que debes conocer.

Si se desea conocer la historia y el origen de Cuba, primero necesitas saber brevemente cómo es y su situación geográfica. Pocos países en el mundo han despertado tantas expectativas como Cuba, ya que pocos son los que causan tantas adhesiones y condenas más o menos racionales del mismo tipo. La isla es parte de las Antillas y ocupa más de la mitad del Caribe. Más allá de una coyuntura que, a pesar de haber durado más de dos décadas, es temporal.
Ese país que a pesar de su pequeño territorio, fue uno de los rendimientos más altos reportados a la corona española, y que durante la primera mitad del siglo XX vivió bajo la influencia de los Estados Unidos, más tarde se convirtió en el faro de las aspiraciones de aquellos que aspiraba a un cierto modelo de emancipación con respecto al gran poder de América del Norte.
La actividad económica de los conquistadores, se centraba principalmente en la búsqueda de oro y minería. Y para este propósito, se utilizó a la población indígena, enmarcada en los llamados «repartimientos». El descubrimiento posterior del continente y la escasa fuerza de trabajo proporcionada por los aborígenes, cuyo número fue de 5.000 en 1540, causó un descenso en el interés en la isla, que fue objeto de frecuentes ataques de corsarios ingleses, debido a su ubicación estratégica.
En el siglo XVI, inicia el desarrollo de la industria azucarera, que tiene mucho que ver con la introducción de los esclavos africanos. En el siglo XVII, Cuba fue uno de los principales productores mundiales de tabaco.
En 1762, La Habana fue tomada por los ingleses, que decretó el libre comercio durante los 16 meses de ocupación. Después de la paz de Versalles (1763), España recuperó la ciudad y se desarrollaron nuevas actividades en la isla (miel y café), favorecidas por la afluencia masiva de esclavos africanos.