Cuerpo Causal

El nombre cuerpo causal, se deriva del sánscrito Karana Sharira que significa la causa. Se le nombra así ya que en él residen las causas que se manifiestan en las experiencias de vida pasadas y acumuladas en el cuerpo actual, como las acciones aprendidas, etc. Sin este cuerpo en el plano terrenal ningún hombre o ser humano real puede tener existencia, necesariamente el cuerpo causal debe ser partícipe de una vida en especifico, ya que es éste el que define la individualidad y la posesión.

Dicho cuerpo es la viva representación de la fuerza que se debe percibir e incorporar en la vida del ser humano de una manera consciente, que van en conjunto con el equilibrio espiritual, los chakras y los niveles de conciencia. El cuerpo causal, se describe como una forma de hombre real pero a través de una delicada película de materia mucho más sutil y apenas visible que es casi incolora y perdurará durante toda la evolución humana, absorbiendo todo el aprendizaje de cada una de más vidas.
Las acciones positivas y duraderas, nobles y armoniosas son las más propensas a ascender a través de la evolución del hombre quedando marcadas en próximas encarnaciones.
Cada cuerpo, es considerado como envoltura o vehículo para que el YO pueda actuar en alguna región determinada del universo, por ejemplo: en el mar se necesita un barco para navegar o un avión para trasladarse por el aire, de la misma manera es la funcion del cuerpo causal y los demás en el plano terrenal. Cada cuerpo es un sirviente, el cual es desgastado y renovado una y otra vez para adaptarse a diferentes necesidades y circunstancias.
El cuerpo causal se divide de dos maneras: El Pensador, está compuesto por todos y cada uno de los poderes que clasificamos como es el caso de nuestra mente, el conocimiento, la memoria, la intuición y la voluntad. El Pensador recoge cada una de las experiencias de vidas terrenas por la que pasa el ser humano, con el fin de tramutarlas y dividirlas entre experiencias y conocimiento. La segunda es la sabiduría, la cual es el fruto de todas las encarnaciones pasadas y el producto final de cada una de las experiencias para el uso de renacimientos futuros.