Cuerpo Emocional

El también llamado cuerpo astral es el encargado de portar nuestros sentimiento, nuestras emociones y cualidades determinativas de nuestro carácter. Es descrito como un contorno alrededor de la personas, por lo cual puede variar dependiendo del desarrollo del mismo. Puede parecer una sustancia nebulosa moviéndose de forma caótica en todas las direcciones. Mientras más se desarrolle una persona de manera espiritual esta se estabiliza definiendo sus sentimientos, sus cualidades y su carácter, pudiendo notarse más claro y cálido.

El aura del cuerpo emocional se torna ovalada abarcando a la persona varios metros en su entorno. Dentro del ámbito de las emociones se irradiará un aura efectuando una conexión con los chakras y destilando dicha energía incluso por los poros de la piel. Sentimientos y estímulos son los conductos de este cuerpo que se reflejan con toda clase de matices como la furia, la depresión, las preocupaciones empañan el aura volviéndola una nebulosa oscura.
Sin embargo, las alegrías y los amores transparentan los colores irradiando emoción. Ningún cuerpo material marca con tanta fuerza como el emocional, la visión del mundo a través del hombre, es de ahí donde viene la llamada «polaridad» que atrae, ya que emitimos la misma vibración de los demás seres vivos, lo que resulta la unión de otros cuerpos emocionales iguales de turbios.
Al caer en esta aura nos encontramos con personas o cosas que aunque queremos evitarlas y librarnos conscientemente de ellas, más bien son atraídas. La medicina tradicional china desarrolló técnicas de sanación de cuerpos emocionales o auras, conocida como “la teoría de los elementos» la cual asocia las 5 emociones principales, al comparar las cargas de la ira con la alegría la descarga de energía tenía el mismo nivel, por lo que se llegó a la conclusión que el equilibrio perdurable entre las emociones fuertes, determina en gran medida la circulación de este cuerpo.
A pesar de esto, el pensamiento consciente y los objetivos mentales tienen poca influencia sobre el cuerpo emocional, ya que este sigue sus propias leyes, por ejemplo una persona puede conscientemente sentir el amor o el éxito, pero irradiar ira o celos, por lo que tales sentimiento le evitan alcanzar su objetivo general. Un descubrimiento, certificó que el 60% y el 65% de las células del corazón son neuronales por lo que la descarga del cuerpo mental interfiere con el cuerpo emocional aunque esté dependa de otros sentimiento en ese momento.
El papel de víctima constante y atribuir la culpa a los demás tanto debilidades como miserias también obstruyen la liberación de este cuerpo, lo que acumula nudos emocionales que se extienden alrededor del aura.