Dependencia Emocional

Una de las razones más frecuentes de consulta para los psicólogos es la dependencia o la dependencia emocional. Es un problema por el cual se sufre una especie de «enganche» de la pareja porque existe una gran y continua necesidad de afecto. En la base del problema, está el hecho de una autoestima muy baja que lleva al dependiente emocional a despreciarse a sí mismo.

Son críticos consigo mismos hasta el extremo y, por lo tanto, se sienten culpables, incluso del desprecio que puedan sufrir por sus parejas. Lejos de mejorar, esta situación se agrava con el paso del tiempo agudizando la relación de «dueño / a-sujeto» que se establece en la pareja.
Una persona con dependencia emocional no creerá que presenta este problema psicológico y simplemente continuará defendiendo su relación. La sumisión del individuo junto al desprecio de la otra persona aumenta. También es común que la relación se rompa, pero no importa. El abandono a las responsabilidades personales, sociales o laborales es uno de los efectos que va desarrollando el afectado, solo para satisfacer las necesidades de su pareja.
La familia, el trabajo, el deterioro social y psicológico del dependiente emocional pueden llegar a límites preocupantes. En el caso de que el dependiente tenga hijos, es común que sus hijos tengan comportamientos y actitudes de desprecio hacia ellos. Aprenden a despreciar a alguien que no muestra autoridad o dignidad. También hay signos de deterioro en la relación de los hijos hacia el padre autoritario, ya que tiende a ser una persona egoísta y despótica que no expresa mucho amor o preocupación por sus hijos.
Para superar la dependencia emocional es esencial comenzar una terapia psicológica dirigida a la desconexión de la pareja lo antes posible. De lo contrario, puede tener consecuencias desastrosas ya que, a menudo, se pasa a abuso físico y / o psicológico. Sin embargo, esto es tan obvio, es muy difícil ponerlo en práctica. Como en cualquier otra adicción, es necesario que el paciente reconozca que tiene un problema y quiere encontrar una solución. Una persona que desarrolla una dependencia emocional jamás reconoce su condición y trata en lo posible de excusar su conducta o comportamiento.