Del griego, cuya fiel traducción es “lagarto terrible”, procede la palabra Dinosaurio, el cual define a los animales vertebrados saurópsidos que poblaron y se convirtieron en los reyes del planeta por un periodo que se extendió aproximadamente unos 160 millones de años y que se extinguieron por causas que todavía están siendo discutidas por quienes se encargan de realizar investigaciones en torno a estos seres.
Dentro de la rama de los dinosaurios existían especies bípedas y cuadrúpedas y, aunque muchas personas afirman que hubo algunos con alas, como el caso del pterosaurios y otros con capacidad para vivir en el mar, como los plesiosaurios, la verdad es que ninguno de los dos formaba parte de esta familia.
Una de las principales características de los dinosaurios era su monumental tamaño, según se puede deducir a partir de los fósiles que han sido encontrados en todas partes del mundo. Y en efecto, los dinosaurios han sido los entes vivos de mayor dimensión que han poblado el planeta, pues algunos de ellos llegaron a medir hasta 50 metros de longitud, 17 metros de alto pesos pudieron alcanzar hasta las 100 toneladas, dependiendo del espécimen.
Por otro lado, se puede clasificar a los dinosaurios es dos categorías: carnívoros y herbívoros, en relación con lo que comían. De ese modo, animales como los velocirraptores y los ampliamente conocidos tiranosaurios eran carnívoros, ya que se alimentaban de la carroña o lo que lograban cazar, mientras que los braquiosaurios, anquilosaurios y los estegosaurios, son de los herbívoros más famosos y sus alimentos eran exclusivamente plantas.
Entre las teorías más aceptadas para explicar la extinción de los dinosaurios se encuentra el choque de un asteroide de inmensas dimensiones contra la Tierra hace aproximadamente 65 millones de años.