Disomnia

El término disomnia es utilizado para referirse a los trastornos psicógenos del sueño, que se caracteriza por la alteración de la cantidad, calidad o duración de los mismos, debido a causas emocionales. Incluyen insomnio, hipersomnia, sueño / vigilia, trastorno del ritmo circadiano, sonambulismo, terror nocturno, pesadilla y algunas otras alteraciones inespecíficas, como el síndrome de piernas inquietas y los movimientos periódicos de las extremidades.

Desde otro punto de vista, es importante diferenciar que la disomía en cualquiera de sus formas difiere de otros problemas como, por ejemplo, las pesadillas en las que no alteran el ritmo del sueño y la vigilia, sino que son episodios específicos de el curso del sueño Por el contrario, se habla de disomía cuando la incomodidad se vuelve crónica con el tiempo. La disomía puede producir otras consecuencias asociadas, como, por ejemplo, preocupación excesiva por lo que sucedió, inquietud e incluso ansiedad.
Existen dos tratamientos muy usados para la disomnia y también para situaciones de sufrimiento agudo cognitivo, conductual o psicológico. Destacando que al iniciarse uno de estos problemas la primera ayuda debe ser psicológica, como la terapia de luz brillante para los trastornos del ritmo circadiano y la ingestión de la hormona melatonina. Puntualizando, que los especialistas del sueño en medicina están entrenados para diagnosticar y tratar estos trastornos.
Cada vez que una persona sufre un trastorno del sueño que le impide llevar una vida normal, produciendo fatiga excesiva durante las horas productivas, se recomienda una evaluación médica para considerar la indicación de un medicamento para mejorar el sueño.
Es fundamental destacar que con el pasar del tiempo los trastornos han evolucionado de manera positiva, ya que desde antes este ha sido uno de los problemas más frecuentes en las consultas médicas y psicológicas. Para esto, los trastornos del sueño se han vuelto muy importantes debido a su impacto en diferentes aspectos de la vida diaria, la salud, el rendimiento laboral, los costos directos e indirectos en la atención médica requerida para su gestión y el bienestar de las personas. De esta manera, en base al progreso de la investigación básica del sueño, junto con la experiencia acumulada de los médicos en su práctica profesional, se busca la comprensión de los trastornos del sueño y, en última instancia, una intervención mejor y más efectiva.