Es una patología que se caracteriza por afectar a las células sanas que se localizan en el cuello uterino, específicamente en la superficie del mismo, cambiando el estado normal de las mismas. A pesar de que dicha afección no es considerada un tipo de cáncer si se le asigna el grado de precancerosa, ésta puede ser vista mediante el uso del microscopio, generalmente es detectada mediante la realización de estudios citológicos de la vagina, donde puede ser clasificada en leve, moderada o severa, dependiendo del tamaño de la afectación.
Estos cambios en las células del tejido uterino, puede presentarse en individuos de cualquier edad, pero el tratamiento de la misma puede variar dependiendo de la edad del paciente. La causa principal de la aparición de displasia cervical es gracias al Virus de Papiloma Humano (Enfermedad de transmisión sexual). Sin embargo existen factores de riesgo que sin duda pueden aumentar la posibilidad de padecer de esta patología entre los cuales se pueden mencionar al uso de diversos fármacos que pueden impedir que el sistema inmunológico realice su trabajo correctamente, el fumar sin duda alguna puede tener relación con esta alteración, el tener una vida sexual activa antes de los 18 años, el embarazo antes de los 16 años y el ser portador de enfermedades como el VIH.
A pesar de que la displasia cervical no presenta una sintomatología característica debido a que las células del tejido uterino pueden cambiar sin producir cambios aparentes, lo que hace más complicado su detección, es posible diagnosticar mediante análisis de Papanicolaou, dichos exámenes pueden permitir saber al médico tratante si el tejido ha sufrido algún tipo de daños como por ejemplo lesiones escamosas intraepiteliales (LEI), las cuales son clasificadas en menor grado (LEIBG), de alto grado (LEIAG), probabilidad de padecer cáncer y células glandulares anormales (CGA).
En los casos de lesiones de menor grado es frecuente que sane de forma espontánea, sin embargo los médicos siempre mantienen el seguimiento de las mismas mediante la realización de estudios luego de que las lesiones desaparecen con el fin de mantener controladas las células. Por otro lado si el especialista observa que la condición del paciente no mejora, puede ordenar la realización de una colposcopia (procedimiento que permite observar de forma detallada el útero) en donde se procederá a obtener una muestra del tejido con el fin de realizar una biopsia, para permitir detectar si existe o no neoplasia.