Irving Fisher, quien es el creador de la ecuación que lleva su mismo nombre, la define como una ecuación que en el ámbito de la economía, relaciona los tipos de interés reales y las tasas de inflación previstas o esperadas para un futuro ya sea cercano o lejano. Se tiene que el término nominal significa el tipo observado en el mercado, un ejemplo que aclare el término sería los prestamistas dado que requieren un aumento neto en su poder de adquisición y que es del 3% anual y prevén una tasa de inflación del 2%, por lo que el tipo de interés nominal será del 5%.
Dicha ecuación establece mediante una igualdad, la forma en que se relaciona el tipo de interés, tanto nominal como real, y la inflación prevista. La fórmula de la ecuación es la siguiente:
i = r + pi
Siendo «i» el interés, «r» el valor real y «pi» la inflación.
Entre las interrogantes acerca de la aplicación de la ecuación tenemos el ¿por qué es útil la ecuación de Fisher para explicar los tipos de interés?
Por lo que se concluyó que la ecuación de Fisher se cumple puesto que cuando la inflación es alta, los tipos de interés nominales tienden a ser elevados y cuando es baja, tienden a ser reducidos.
Esta estrecha relación que siguen las dos tasas puede comprobarse para diferentes países dando más argumentos a la afirmación de que la ecuación de Fisher es una fórmula a tener en cuenta si queremos predecir adecuadamente el comportamiento de los tipos de interés.
Por otro lado dicha ecuación es apreciada por muchos inversores de Bolsa dado que los precios de los bonos varían inversamente con los tipos de interés de forma que si se predice apropiadamente la evolución de los tipos de interés, nuestras rentabilidades en inversiones bursátiles pueden aumentar. Muestra de ello, es que empresas de Wall Street contratan profesionales encargados de vigilar los movimientos de políticas monetarias e inflación con tal de predecir mejor los tipos de interés.
Un ejemplo de lo ya antes mencionado es el siguiente: si Marco va al banco y este le ofrece un 4% de interés anual, se refiere al valor nominal. Porque si tuviéramos en cuenta que la inflación ese año es, por ejemplo, del 1,5%, el valor real sería 4 – 1,5 = 2,5%