La efectividad es un concepto que está relacionado con la eficiencia. En términos de eficacia, de hecho, son sinónimos: el diccionario de la Real Academia Española (RAE) define ambos términos de la misma manera, vinculados a la capacidad de acceder al objetivo deseado. La eficiencia, por otro lado, es la capacidad de tener algo o alguien para lograr el resultado deseado.
La efectividad es una capacidad que las personas ponen en práctica casi a diario, para realizar diferentes actividades en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, tengo una lección de historia escrita, y para esto resumiré todas las unidades temáticas que serán evaluadas en la lección, para delinear los conceptos, y hacer tablas comparativas, síntesis, tablas conceptuales, etc. Si en el momento de la lección, puedo responder todas las preguntas que el profesor me ha dado, y aún más para obtener una buena calificación, significa que mi proceso de estudio ha sido efectivo.
El plazo de vigencia se aplica principalmente a las áreas en las que las acciones deben tener resultados específicos y controlados, como es el caso de las áreas comercial y de negocios. Ejemplos de tales situaciones pueden ser prever cambios en el intercambio comercial para lograr los beneficios esperados y así aumentar los activos de una empresa o institución. En estas áreas, lograr resultados efectivos es de gran importancia porque es el medio a través del cual aseguran el desarrollo adecuado de su actividad.
La eficiencia generalmente se puede confundir con la idea de eficiencia, pero aquí es importante tener en cuenta que esto último implica un cierto nivel de eficiencia, aunque maximiza los recursos e invierte tiempo o dinero para lograr los resultados esperados. Si bien algo puede ser efectivo porque logra alcanzar los objetivos para los cuales se tomó tal acción, puede no ser necesariamente eficiente si no reconoce los mejores medios o métodos para hacer que tal resultado sea una consecuencia de un uso apropiado de los recursos. De hecho, puede ser una empresa o institución en la que se logran los resultados esperados pero con un gasto enorme que excede la cantidad estipulada de recursos, para los cuales la eficiencia no es completamente rentable.