Electrocardiograma

El electrocardiograma es el examen que reconoce los movimientos eléctricos del corazón. «Cada latido produce una actividad eléctrica y con un electrocardiógrafo podemos ver cómo es esa actividad y si hay alteraciones del ritmo cardíaco», explica Juan Cosín, miembro de la sección de Cardiología Clínica y Extrahospitalaria de la Sociedad Española de Cardiología.

Se analiza el ritmo, la regularidad de los latidos, el tamaño y la posición de las aurículas y los ventrículos. «Puede detectar un infarto que ha tenido un paciente, bloqueos, arritmias o una serie de trastornos que son útiles para el manejo del paciente», agrega Cosin. La actividad eléctrica se explora desde la superficie del cuerpo y se representa en papel cuadriculado. Estos trazos simbolizan los estímulos eléctricos de las aurículas y ventrículos.
El electrocardiograma es una prueba muy simple, adecuada para cualquier persona, sin dolor ni riesgo (no se envía electricidad al cuerpo) y dura aproximadamente cinco minutos. El paciente debe desvestirse desde la cintura hacia arriba y en el pecho, brazos y piernas se colocan diez electrodos (adhesivos o ventosas), que se unen al electrocardiógrafo por medio de cables.
La Fundación Española del Corazón explica que con 12 electrodos, se obtienen 12 trazos de los impulsos eléctricos del corazón desde varios puntos del cuerpo sobre el papel. Aparecen más trazados si se agregan más electrodos, pero el electrocardiograma básico es de al menos 12.
Un electrocardiograma de manera aislada no tiene ningún sentido, es un papel rayado. Para interpretarlo correctamente, es conveniente conocer la clínica del paciente, saber qué le está pasando, su edad, sexo, etc.
El electrocardiograma de una persona sana tiene una ruta particular y los cambios en esa ruta determinarían si hay problemas. Los resultados normales incluirían una frecuencia cardíaca entre 60 y 100 latidos por minuto, además, de una frecuencia cardíaca constante y uniforme.
Esta prueba se solicita en muchas situaciones, una de ellas para el período preoperatorio, generalmente se solicita en cirugías de complicaciones altas o intermedias (aorta, cirugía vascular, trasplante de hígado), especialmente si el paciente tiene factores de riesgo. Estos factores son:
• Enfermedad isquémica del corazón.
• Insuficiencia cardíaca.
• Accidente cerebrovascular o un accidente isquémico transitorio.
• Disfunción renal con tratamientos de creatinina (por debajo de 60 mililitros / minuto por área de superficie corporal).
• Diabetes con uso de insulina.
Si se detecta algún problema, pueden ser necesarias más pruebas o la cirugía puede suspenderse inmediatamente para resolver previamente lo detectado.