Enfermedad de Lyme

La enfermedad de Lyme se debe a cuatro especies principales de bacterias que son Borrelia burgdorferi, Borrelia garinii y Borrelia afzelii. En Estados Unidos es frecuente el contagio de Lyme por las bacterias Borrelia mayonii y Borrelia burgdorferi, mientras que las bacterias Borrelia afzelii y Borrelia garinii son las principales causas en Asia y Rusia.

La enfermedad de Lyme llega a Estados Unidos para darse a conocer en el mundo en 1977 , en la ciudad llamada Old Lyme, en Connecticut. En áreas como: Virginia, Maine y otros estados del noreste, Wisconsin y Minnesota al centro norte son principalmente afectados en los Estados Unidos.
La bacteria normalmente tiene como reservorio animales como ratones y ciervos, para ser transmitida a los humanos es necesario un vector intermedio que en este caso es la garrapata, e incluso su forma ninfa, una vez que este insecto pica al reservorio contaminado transmite la enfermedad al humano a través de la mordedura.
Los signos y síntomas pueden aparecer dentro de un mes después de haberse infectado:
Acné: entre 3 y 30 días después de una picadura de garrapata infectada, puede aparecer un área roja expandida, que a veces se aclara en el centro y forma un patrón objetivo. La eritema migratorio o también conocido como la erupción cutánea se extiende con el pasar de los días muy lentamente y puede desplazarse hasta 12 pulgadas (30 centímetros) de longitud. Entre las características más importantes o notoria de la enfermedad se encuentra la erupción pronunciada en más del 50% del cuerpo.
Síntomas similares a los de la influenza. La erupción puede estar acompañada de fiebre, escalofríos, fatiga, dolor generalizado y dolor de cabeza. La mejor manera de evitar esta enfermedad es reducir el contacto con las garrapatas e ir al médico si ha sido mordido por algunas, muchas veces después de que la picadura permanezca adherida al cuerpo, por lo que es posible identificarlas. Esta enfermedad se trata con el uso de antibióticos, si el tratamiento se inicia temprano, es decir, dentro de los primeros tres días después de la mordedura o cuando los síntomas de la fase aguda están presentes, puede curarse completamente evitando la aparición de secuelas.